El 25 de agosto, la directora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, Dra. Lorena Rodríguez, participó en el seminario organizado por el Colegio Médico de Santiago sobre la reforma al sistema de licencias médicas y el Subsidio por Incapacidad Laboral (SIL).
Para la académica, la participación de la ESP en este diálogo fue relevante “porque permite contribuir a propuestas para superar los problemas con licencias fraudulentas, pero mucho más allá, también abrir la mirada con perspectiva de salud pública, de seguridad social y del derecho a la salud de las y los trabajadores”.
Rodríguez valoró que la propuesta del Colmed sea integral y de alcance sistémico: “Incluye medidas para fortalecer competencias profesionales, promover la transparencia clínica y un conjunto robusto de herramientas antifraude que permite dar facultades a la fiscalía, crear una plataforma única regulada y prohibir la emisión de licencias en ciertas condiciones. A esto se suman mejoras en la tramitación y pago del subsidio, ajustes a los incentivos y un enfoque de ética profesional y corresponsabilidad ciudadana”.
Licencia médica de cuidados y mirada de largo plazo
Uno de los aspectos más destacados por la directora fue la propuesta de incorporar una licencia médica de cuidados, figura existente en otros países bajo el nombre de “licencia compasiva”: “Responde a la necesidad de tomar un tiempo de ausencia laboral para cuidar a hijos mayores de un año, o a adultos mayores que requieren cuidados intensivos. Este es un paso clave para reconocer que los cuidados también forman parte del derecho a la salud”.
Asimismo, insistió en que el debate debe ir más allá del fraude: “El análisis permitió reflexionar que la licencia médica no es un trámite, sino una herramienta terapéutica. Cuidar este derecho es proteger la posibilidad de enfermar o acompañar a nuestros enfermos sin miedo”.
En línea con lo discutido en el seminario, Rodríguez subrayó que las reformas no deben centrarse solo en endurecer controles, sino en atender los determinantes sociales y laborales que explican buena parte de las licencias médicas: “En Chile, cerca de un 25%-30% de las licencias prolongadas se asocian a problemas psicosociales en el trabajo, como el estrés, el burnout o ambientes tóxicos. La solución no está solo en fiscalizar, sino en mejorar condiciones laborales, políticas de prevención y apoyo en salud mental”.
La académica advirtió que cualquier reforma debe considerar la participación de los trabajadores y sindicatos, y no debilitar la protección social: “El acceso a licencia médica es un derecho, no un privilegio. Endurecer controles sin atender las causas podría afectar especialmente a los/as trabajadores/as más vulnerables”.
Voces complementarias
El seminario contó también con la participación de académicos de otras universidades. La Dra. Claudia Bambs (UC) destacó la necesidad de entregar mayor transparencia en los datos clínicos; el Sr. Pablo Villalobos (U. Mayor) advirtió sobre el desborde del sistema de fiscalización; y la Dra. Karla Rubilar (U. Autónoma) recalcó la importancia de corregir incentivos mal diseñados.
La actividad fue moderada por la Dra. Francisca Crispi, presidenta de Colmed Santiago y académica de la ESP, quien subrayó que la propuesta gremial surge del trabajo colectivo de más de seis mil médicos en todo el país: “Necesitamos un sistema más justo, transparente y eficiente, que cuide a los trabajadores y resguarde la ética de la profesión médica”.
Finalmente, para la Dra. Rodríguez, el seminario fue una oportunidad para abrir un diálogo interuniversitario con impacto público: “Compartir con colegas de distintas universidades y con el Colegio Médico, nos permitió reflexionar sobre la complejidad del problema, que requiere soluciones integrales y estructurales, no solo medidas punitivas. Lo central es fortalecer la licencia médica como un derecho y como un instrumento de seguridad social que legitime la confianza en el sistema”.