Después
de la lluvia el sol comienza iluminar la figura de la iglesia de Vilupulli,
capilla ubicada en la comuna de Chonchi, y su estilizada torre ?que parece
ir siempre al encuentro del cielo? aparenta brillar con el reflejo de
la luz en la pequeñas gotas de agua.
Vilupulli, que en mapudungun significa la colina de la serpiente, aparece
ya nombrado en escritos de comienzos del siglo XVII, cuando se describe
a un pueblo de indios encomendado a Luis Pérez de Vargas, y más
de un siglo mas tarde, en 1747, la encomienda estaba a cargo de Miguel
Fadrique Gallardo, según los archivos de la Real Audiencia.
La capilla que actualmente se emplaza en el sector dataría del
siglo XIX, si bien el arquitecto a historiador, padre Gabriel Guarda,
consigno que una parte bien puede datar de fines del siglo XVIII. Algo
diferente se sostiene en un texto recopilado por el Obispado de Ancud
?en base a relatos orales recogidos en el sector?, en el que se consigna
que "la capilla fue hecha mediante mingas y se empezó a construir
mis o menos en el año 1900. El terreno que es de la iglesia, se
cree, fue donado por don Mariano Oyarzún o por el padre de él".
Los trabajos habrían sido guiados por Pedro Andrade Oyarzún,
de quien se dice fue el jefe de obra.
Durante la construcción de la iglesia se habrían generado
una serie de historias, siendo la más peculiar de ellas una recogida
por el texto del Obispado de Ancud, donde lo real bien puede estar tenido
por el mito: "debajo de la iglesia hay
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personas sepultadas, porque comentan, que cuando se construyo, los niños
de la escuela andaban trayendo calaveras que salían de las excavaciones
hechas para las bases, salieron de los hoyos huesos y tablas de alerce
de los ataúdes".
Normalmente la nueva iglesia, se construye al lado de la vieja y se ocupan
parte de los materiales de la anterior, como seria este el caso.
El trabajo comunitario asociado a esta capilla siempre ha estado presente
en el sector, preocupación que se aprecia en el estado actual de
conservación del templo. "En los tiempos antiguos no había
comités en Vilupulli, pero las personas se juntaban cuando había
que hacer algún trabajo en la capilla. Todos los trabajos estaban
dirigidos por el presidente de la iglesia y al mas antigua que recuerdan
es a don Braulio Bórquez. Después estuvieron en este cargo
otras personas, pero siempre cuando se pedía ayuda para mantener
la iglesia, había voluntad y unión", se recoge en un
documento.
Uno de los hitos en la historia de la capilla fue la llegada de la campana,
hacia 1940, ya que para subirla hasta el tambor mas alto de la tome, sé
requirió el trabajo de prácticamente todos los vecinos del
sector.
Desde que se terminó de construir esta iglesia, no ha sufrido alteraciones
formales ni materiales importantes y solo ha recibido renovaciones parciales
de revestimientos exteriores y pinturas, según consigna el informe
del Consejo de Monumentos Nacionales para la Postulación de las
Iglesias de Chiloé para su inclusión en la Lista del Patrimonio
Mundial.
En 1997 la Fundación de Amigos de las Iglesias de Chiloé
y la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile, realizaron con
financiamiento proveniente de empresas privadas, la reparación
de estructuras de piso, restauración de decorados en el pórtico
y la reparación de hojalatería. Obras pendientes serian
el tratamiento antixilófago de las maderas, pintura exterior y
restauración de decorados. En términos generales se indica
que la capilla de Vilupulli presenta un "buen estado actual, esta
iglesia ha tenido una permanente mantención por parte de la comunidad
local". Así sus maderas de ciprés,
coigüe y alerce han soportado relativamente bien el paso de los años,
pese a constantemente estar expuestas a la humedad.
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IMAGINERIA
Uno de los
aspectos que marcan a esta iglesia es su imaginería, la mayor parte
confeccionada por santeros chilotes, conservando piezas únicas,
algunas de gran valor artístico y patrimonial Nuestra Señora
de Gracia, Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, San
Antonio de Padua y una legión de santos y vírgenes no identificados,
forman parte del inventario de la santería de Vilupulli. Así
hay un Santo hecho en tela encolada, que posee una
gran desproporción entre el cuerpo, la cabeza y las manos. Su vestimenta
llama la atención, por la combinación poco usual de prendas
y colores.
Pero entre toda la santería de esta capilla, la pieza que mas ha
llamado la atención de los expertos es la de Nuestra Señora
de la Inmaculada Concepción o también conocida como la "Virgen
Sentada'". Se trata de una imagen de talla esquemática, con
cabeza, manos y piernas de madera policromada. Su cara luce ojos azules
y una interesante estilización de la cabellera tallada.
Con la mano derecha, sostiene una vara y en la mano izquierda time un
rosario de grandes cuentas de madera. La Virgen esta sentada en un trono
de madera y con su pie derecho Pisa un demonio de fauces abiertas en forma
de sierpe verde, que esta hecho con lona rellena.
Entre 1998 y 1999 esta imagen fue sometida a un proceso de restauración
en el Centro de Conservación y Restauración del Museo Regional
de Ancud, lugar donde se han estado recuperando varias de las imágenes
que pueblan las iglesias del archipiélago.
Vilupulli, con su tome estilizada y su imaginería, paso a convertirse
en parte del Patrimonio de la Humanidad el 30 de noviembre de 2000
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ELEMENTOS |
COMPONENTE |
DESCRIPCION |
Torre |
Tambores
Chapitel
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Dos
tambores de planta octogonal
Octogonal
recubierto en tejuela
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Pórtico |
Pilares
Arcas
Frontón
|
Sección redonda revestida
Medio
punto y rebajado
Revestimiento
de tejuela
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Nave
Central |
Bóveda
Arcos
Pilares
|
Plana
De
medio punto rebajado
Columnas
de sección cilíndrica
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MATERIALES |
Estructura |
Ciprés
y coigüe. Basas de piedra |
Revestimiento |
Alerce
y ciprés |
Torre |
Ciprés |
Monumento
Nacional:
Decreto Supremo N° 1750, 2ó de Julio de 1971 Decreto Exento
N° 260, 8 de septiembre de 1999 (fija limites)
Estatus
eclesial |
Capilla |
Periodo
fundacional |
Fines
del siglo XIX |
Data
de construcción |
Fines
del siglo XIX |
Patrono |
San
Antonio de Padua |
Fiestas
Religiosas |
Virgen
de Lourdes: 11 de febrero (siete días) |
San
Antonio de Padua: 13 de junio (un día) |
Virgen
del Carmen: 16 de junio (un día) |
Inmaculada
Concepción: 8 de diciembre (un día) |
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Las imágenes de Chiloé
"Probablemente, la santería de Chiloé, se origina en
la actividad de talleres locales a cargo de un especialista jesuita y
sus artesanos nativos. (...) La situación periférica de
Chiloé respecto de los centros artesanales productores de imaginería
y la pobreza, obliga al desarrollo de una industria local de imaginería,
lo cual se manifiesta en el uso de maderas nativas como la luma, canelo,
ciruelillo, ciprés y tepa en la construcción del soporte
y, la utilización de pastas de arcilla o de cancahua en la elaboración
de cabezas y mascarillas.
La técnica de policromía aplicada consta de, una base de
preparación constituida por un material de carga y un aglutinante
cubriendo y preparando el soporte para el temple, que es acuoso, dado
su carácter opaco, liviano y la poca fusión de los colores.
Las carnaciones son pálidas, algunas imágenes presentan
rubores ovalados en las mejillas para las femeninas, barbas incipientes
para el masculino. Se repiten los labios finos y anaranjados, los ojos
finamente delineados; cejas y cabello de color tierra oscura. La ausencia
de barniz de acabado final en mochas imágenes es un aspecto significativo
a considerar al momento de intervenirlas y, señala una diferencia
esencial entre las imágenes de Chiloé y la imaginería
religiosa Europea del siglo XVIII. Así, la existencia de un taller
local de imaginería, surge al constatar en todo el archipiélago,
la repetición de los materiales, de la técnica de policromía
y de los patrones estéticos.
En Chiloé, las imágenes son vistas como sujetos de una sociedad
similar a la humana, dotados de vida, poderosos. Sin embargo, al igual
que los humanos, son susceptibles a la enfermedad y la muerte. En vista
de aquello, los chilotes las cuidan con cariño, como lo señala
su manera cultural: las imágenes tienen su fiesta patronal, celebración
en la cual una de ellas será la protagonista. Ocupará un
lugar destacado delante del altar, arreglada con sus mejores atuendos
presidirá la procesión, acompañada por las otras
imágenes, sus parientes. Es más, la relación directa
con la imagen será privilegio de los Patrones de Imagen. Ellos
son los encargados de cuidarle, prenderle velas, cambiarle y lavarle las
vestimentas. Así, la imaginería religiosa tiene un profundo
significado en la existencia de las gentes.
Sin embargo, a pesar de los cuidados brindados por parte de los Patrones
de Imagen y la comunidad, todas las imágenes del archipiélago
presentan deterioros activos, de diverso origen y diferente magnitud ".
Fuente: "Imaginería Religiosa en Madera Policromada del Archipiélago
de Chiloé"; Ana
Elisa Anselmo G., Centro Nacional de Conservación y Restauración?Museo
Regional de Ancud, 2999.
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