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¿Qué es Trastorno de estrés postraumático complejo?

U. de Chile Podcast: ¿Qué es Trastorno de estrés postraumático complejo?
El trastorno de estrés postraumático complejo es una reacción que comienza generalmente cuando las personas han sido sometidas o expuestas a eventos adversos prolongados y sostenidos que las han puesto en peligro.
El trastorno de estrés postraumático complejo es una reacción que comienza generalmente cuando las personas han sido sometidas o expuestas a eventos adversos prolongados y sostenidos que las han puesto en peligro.
"Esta reacción disfuncional tiene varios síntomas, como la hipervigilancia, vivir permanentemente con miedo, tendencia a la evitación, atravesar re-experimentaciones", explica la Doctora Rosemarie Fritsch.
"Esta reacción disfuncional tiene varios síntomas, como la hipervigilancia, vivir permanentemente con miedo, tendencia a la evitación, atravesar re-experimentaciones", explica la Doctora Rosemarie Fritsch.
Si bien no existen estadísticas claras respecto a cuánta población en Chile vive con dicho diagnóstico, desde la literatura se señala que alrededor de un 70% de las personas que consulta en servicios de salud mental presenta un diagnóstico de estrés postraumático complejo.
Si bien no existen estadísticas claras respecto a cuánta población en Chile vive con dicho diagnóstico, desde la literatura se señala que alrededor de un 70% de las personas que consulta en servicios de salud mental presenta un diagnóstico de estrés postraumático complejo.
Para Sergio Araya, terapeuta ocupacional, resulta muy interesante ver cómo, independiente del tipo de evento que hayan vivido niños y niñas, la manifestación del trauma tiende a tener patrones similares. Sin embargo, llama a ser cuidadosos con el diagnóstico, puesto que en ocasiones puede confundirse con casos de neurodivergencia.
Para Sergio Araya, terapeuta ocupacional, resulta muy interesante ver cómo, independiente del tipo de evento que hayan vivido niños y niñas, la manifestación del trauma tiende a tener patrones similares. Sin embargo, llama a ser cuidadosos con el diagnóstico, puesto que en ocasiones puede confundirse con casos de neurodivergencia.

Cuando las personas piensan en un trauma, por lo general se imaginan una experiencia concreta, como un desastre natural o un ataque violento. Y es cierto que toda experiencia altamente perturbadora o peligrosa puede conducir a desarrollar trastorno de estrés postraumático (TEPT) y otros desafíos de salud mental. Pero hay otra forma de trauma que implica experiencias crónicas y muy negativas, conocido comúnmente como “trauma complejo”.

"El trastorno de estrés postraumático complejo o estrés postraumático complejo es una reacción. Eso es bien importante de entender, que no es una enfermedad mental. Ahora, ¿cómo se gesta esto? Esta forma de reacción comienza generalmente cuando las personas han sido sometidas o han sido expuestas a eventos adversos prolongados y sostenidos que las han puesto en peligro. Lo nuclear aquí es el trauma vincular. Es decir, cuando se han producido abusos o violencia psicológica, sexual, doméstica, en muchos casos por parte de los cuidadores, pero también por parejas. Finalmente, lo que determina esta forma disfuncional de reaccionar es principalmente cuando ha habido formas sostenidas de abuso psicológico, especialmente en la infancia", explica la doctora Rosemarie Fritsch, psiquiatra del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, especialista en Medicina del Sueño. 

Según la también profesora de nuestro plantel, el trauma es la forma como las personas reaccionan a eventos adversos, los cuales pueden presentar diversos síntomas ante los mismos acontecimientos. ¿En qué consiste esta reacción disfuncional que lleva a categorizar un diagnóstico de estrés postraumático de carácter complejo? Profundiza la doctora Fritsch. 

"Esta reacción disfuncional en realidad está compuesta por dos ejes básicos. Por una parte, los síntomas que va a presentar la persona son de hipervigilancia, estar hiperalerta, vivir permanentemente con miedo, tendencia a la evitación, múltiples formas psicológicas, físicas, de situaciones o cosas que provoquen el revivir o estar nuevamente en esa situación, ya sea de abandono, de violencia, etc. Y por otra parte, están las re-experimentaciones. Las re-experimentaciones, ¿en qué se diferencian de los recuerdos? Es que los recuerdos son como escenas de una película, y como espectadora los veo en el cine, me emociono, etc. Pero las re-experimentaciones es que la persona vuelve a vivir y a sentir lo que sintió en ese pasado. O sea, no es que esté mirando esta película, sino que vuelve a ser parte de la película", detalla la especialista U. de Chile. 

Y profundiza: "Y a la vez, hay otro eje que es sumamente importante (y por eso se confunde con trastorno de personalidad u otros) que implica tres elementos ¿Cuáles son? Básicamente, el autoconcepto negativo o como dicen las personas, una “baja autoestima”; la desregulación emocional que implica no reaccionar emocionalmente, estar frío, disociarse, o al revés, reaccionar en forma exagerada, por así decirlo. Y por último, hay un patrón relacional bien particular y es la dificultad en las relaciones. ¿Pero en qué sentido? En que hay un patrón evitativo. Las personas con estrés postraumático complejo tienden a ser muy desconfiadas de sus relaciones. Por eso es que dicho diagnóstico tiene el nombre de complejo, porque en realidad no solamente tiene los síntomas del trastorno de estrés postraumático clásico (que lo vemos mucho menos), sino que se le agregan estos otros elementos. Y bueno, si uno no los trata y no se tiene en cuenta de dónde vienen ni las formas de abordaje, en realidad el tratamiento es un fracaso y generalmente los fármacos psiquiátricos tienden a cronificarlo, debido a que afectan el sueño de dichos pacientes". 

Estrés postraumático complejo, ¿un trastorno del sueño?

Pero, ¿qué tiene que ver el sueño en esta discusión? ¿Por qué la actividad onírica tendría una relación con la prevalencia de dicho trastorno? Aunque no lo creas, el trastorno de estrés postraumático es considerado, ante todo, un trastorno del sueño. Porque dormir no solamente es descansar y reparar las funciones físicas, sino también es nuestro momento para aprender por medio del REM; una fase del ciclo de sueño caracterizada por una alta actividad cerebral y movimientos oculares rápidos que consolida la memoria, el aprendizaje y la regulación emocional.

"Cuando nosotros vivimos experiencias en el día, tenemos el evento por sí solo (como un evento objetivo, por así decirlo), y este recuerdo va rodeado de un tono emocional, ya sea de miedo, de pánico, de satisfacción, etcétera. Para poder incorporarlo a mi cajón de los recuerdos y utilizarlo como aprendizaje, tengo que poder sacarle ese tono emocional. Y esa tarea se va a realizar durante el REM, una etapa muy específica del sueño cuando tenemos actividad onírica. Entonces, cuando en el futuro una persona se ve expuesta a una situación similar, puede abrir su cajón de las experiencias, ver qué hizo antes, qué no hizo y puede decidir hacer lo mismo o hacer algo distinto. Ahí hay aprendizaje, en la medida en que pueda cambiar su conducta. Entonces, cuando se producen ciertos trastornos del sueño y no hay REM, o cuando nosotros damos ciertos medicamentos psiquiátricos u otros, le quitamos la posibilidad a la persona de que pueda sacarle el tono emocional a las experiencias. Por lo tanto, las guarda en el cajón de las experiencias con el tono emocional. Es así como, la próxima vez que se exponga a una situación similar, abrirá ese cajón para poder saber qué hizo, qué no hizo, qué debe hacer y aparecerá la emoción, como una caja de Pandora. Esa es la re-experimentación. Y, por lo tanto, la cierra inmediatamente. Entonces, no hay aprendizaje", nos comenta la doctora Fritsch. 

Todo esto que comenta la doctora Fritsch lo ha vivido en primera persona Sergio Araya, terapeuta ocupacional especialista en integración sensorial y en el trabajo con población infantojuvenil, particularmente con casos de autismo.

"Yo sufrí de un trauma complejo como a los 6 años. Y yo en ese momento di varias señales de que había sufrido algún tipo de situación, especialmente cuando tuve que ingresar al colegio en primero básico, lo cual fue bastante complejo para mis papás. Yo por mucho tiempo bloqueé esos recuerdos y el proceso de adaptación al colegio fue super difícil. Desde que yo no quería ir al colegio, presentaba desregulaciones emocionales, lloraba, no quería entrar. Y bueno, no se sabía qué pasaba conmigo. Sin embargo, con el tiempo me logré adaptar al colegio, aunque siempre tuve un comportamiento un poco más evitativo. Me costaba hacer amigos, participar en los grupos", detalla el terapeuta ocupacional. 

Para Sergio, resulta muy interesante ver cómo, independiente del tipo de evento que hayan vivido niños y niñas, la manifestación del trauma tiende a tener patrones similares. "Porque los chicos tienden a, sobre todo, tener como un regreso en distintos hitos del desarrollo que ya habían adquirido. Desde el habla, o escribir, el control de esfínter, además de un rechazo generalizado a todo lo que esté relacionado con el trauma. Y como te comentaba antes, los niños muchas veces no tienen la capacidad de comunicarse o de racionalizar estos eventos que suceden. Entonces, ahí vienen las desregulaciones, los llantos, las agresiones, problemas para dormir, etcétera. Y cuando viene la adolescencia, el tema se vuelve más complejo, porque está todo el proceso identitario. Y si en esa etapa no se enfrenta al trauma, la evitación es más grande y ahí empiezan distintos problemas. Los chicos presentan problemas con el consumo de sustancias, alcohol, drogas u otro tipo de comportamientos que son disruptivos y autodestructivos", explica Araya. 

Sin embargo, es importante tener cuidado a la hora del diagnóstico, puesto que en muchas ocasiones dichos síntomas o señales se asocian a casos de autismo u otras neurodivergencias, cuando de fondo prevalece un estrés postraumático complejo.

"Dado que yo evalúo casos de autismo, mirándolo desde una perspectiva profesional, veo que presenté muchas conductas que hoy en día serían catalogadas como señales de riesgo o directamente como diagnóstico del espectro autista. Porque claro, no quería socializar, no quería estar con más personas, había una desregulación importante, además que hace 25 años no estaban los conocimientos en la palestra del vínculo del trauma con el autismo. Entonces, es súper importante indagar desde el punto de vista profesional en las conductas que van teniendo los chicos, hacer una buena historia clínica para ir viendo por qué los chicos tienen estos comportamientos, ya que no todo es autismo, no todo es TDAH y muchas veces puede ser un trauma complejo que está escondido ahí", enfatiza el profesional. 

Tratamiento de estrés postraumático complejo 

Debido a que el conocimiento de estrés postraumático es relativamente emergente en el campo de la psiquiatría, no existen estadísticas claras respecto a cuánta población en Chile vive con dicho diagnóstico. Sin embargo, desde la literatura se señala que alrededor de un 70% de las personas que consulta en servicios de salud mental, ya sean psicólogos, psiquiatras u otros, presenta un diagnóstico de estrés postraumático complejo. 

Esto refleja que es más prevalente de lo que podríamos imaginar. Y por lo mismo, la importancia de realizar un tratamiento adecuado. En este sentido, la doctora Fritsch distingue tres fases. En la primera, se busca otorgar un espacio seguro para la persona, deteniendo cualquier instancia de maltrato, abuso o situación de riesgo que esté atravesando, poniendo atención también a ideaciones suicidas u otro tipo de autolesiones. Así mismo, se busca trabajar la regulación emocional, para que aquellas emociones negativas no le consuman. Aquí nuevamente se presta atención a la calidad del sueño y la actividad onírica, junto a técnicas de regulación como el mindfulness. Posteriormente, en una segunda fase se busca enfrentar y aceptar el pasado. Lo cual no significa perdonar ni disminuir aquello vivido, más bien es aceptar que dichas experiencias no las puedo cambiar. Similar a un duelo de la propia historia. Y finalmente llegan a la tercera fase, donde se apuesta por una nueva vida sin estar en estado de supervivencia. 

"Ahora, hay personas que pasan toda la vida en fase uno", enfatiza la doctora Fritsch, "porque les vuelven a pasar cosas, porque además, los pacientes son muy resistentes. Porque hay que tener algo en cuenta y es que generalmente la persona está en este modo supervivencia porque fue una forma y herramienta que adquirió en la niñez que le permitió sobrevivir. Por lo tanto, quitarle esas herramientas, desarmarlo o invalidarlas es muy brutal. Lo que pasa es que son disfuncionales, entonces, en paralelo, tenemos que irle dando otras herramientas que vayan sustituyendo y que vayan siendo más funcionales". 

Por último, un llamado que deja Sergio, dirigido a papás, apoderados, profesores, es estar muy alerta a las señales que dan los niños, sobre todo en la primera infancia, "ya que, si bien los chicos muchas veces no van a tener la capacidad de comunicarse o de expresar de manera verbal, sí van a tener comportamientos disruptivos, va a haber cambios en sus ciclos de sueño, va a haber aversiones hacia lo que produjo ese trauma. Y las y los adultos responsables o cuidadores tienen que estar atentos a esas señales, porque un niño no cambia porque sí. No es como que el niño cambie de un día para otro. Y hay que estar alerta, porque de repente los traumas pueden ser tan simples, pero rápidamente se pueden transformar en traumas complejos". 

Si quieres saber más al respecto, te invitamos a revisar el capítulo 189 de Universidad de Chile Podcast. Ya disponible en Spotify, Tantaku, Apple Podcast y YouTube.