Septiembre es un mes donde la historia del país se vuelve protagonista. En este escenario, la figura del egresado del Mag. en Estudios Latinoamericanos de la UCHILE, Gonzalo Peralta, es un puente entre la rigurosidad académica y la divulgación masiva.
Desde hace más de 4 años, en su sección “El Poder de la Historia” del programa “Stock Disponible” del canal de TV Vía X, junto al periodista UCHILE, Freddy Stock, Peralta aborda nuestro pasado. Varios de sus videos, sobre diversos procesos y personajes históricos del país, sobrepasan las 100 mil visualizaciones en YouTube. Otro de sus proyectos actuales es “La Historia Gira”, donde también junto a Stock organiza charlas abiertas en diferentes comunas a lo largo de Chile. “Se produce un diálogo muy enriquecedor. Ocurre en muchas ocasiones que quienes más saben de la historia local son quienes viven ahí”, cuenta.
Para Peralta, estas instancias son una valiosa oportunidad de aprendizaje. “Lo primero, creo, siempre es vincular el pasado con el presente, para que haya enganche”, explica su técnica, tomando una idea de Julio Cortázar sobre la enseñanza de la literatura: empezar por lo contemporáneo y desde ahí viajar al pasado. “Si no hay un vínculo entre la historia con la vida, las inquietudes y problemas actuales, yo creo que queda en el vacío”, argumenta.
Su enfoque evita la solemnidad, así como, en sus palabras, el “anacronismo que juzga el pasado con la mentalidad del presente”. Su propuesta, explica, ha sido tomar hechos y personajes conocidos, pero desde una perspectiva novedosa, además de rescatar aquellas historias y sujetos marginados del relato oficial.
Del archivo a los guiones
Peralta se desempeñó además como investigador y archivista en la Biblioteca del Congreso Nacional (BCN), donde el contacto con documentos históricos lo marcó de por vida. Recuerda con especial intensidad el momento en que, revisando el archivo del fallecido político demócrata cristiano Alejandro Hales -que era además un abogado muy activo en la defensa de las víctimas de violaciones a los DD.HH. durante la dictadura-, se encontró con una hoja que tenía el número de teléfono del director de la CNI, Humberto Gordon, anotado mientras ocurría el secuestro de su hija en 1985. “Me dejó petrificado; ahí es cuando los archivos no hablan, sino que gritan”, confiesa.
Paralelamente, Peralta desarrolló una carrera como guionista en las áreas dramáticas de TVN, Chilevisión y Canal 13, además de asesor histórico para series y documentales. “Cuando empecé a trabajar como guionista, requería una técnica muy precisa, una progresión dramática aristotélica. Un formato muy clásico, donde la noción de conflicto es fundamental”, relata.
Su incursión en la divulgación histórica masiva se dio a través de la prensa. Empezó a escribir columnas en The Clinic. “Percibía que la historia de Chile se conocía desde ciertos estereotipos, como un catecismo histórico, donde están los próceres que se enseñan de manera muy rígida, y una buena cantidad de información y perspectivas que quedan fuera”, señala. Parafraseando a Borges y su “Historia Universal de la Infamia”, bautizó la sección como “Historia Nacional de la Infamia” (que derivó en un libro con el mismo nombre). También ha escrito para Las Últimas Noticias, La Nación, Revista Santiago y Revista de Patrimonio Cultural.
Su versatilidad lo ha llevado también a la docencia universitaria. Hizo clases en la Universidad de Chile y hoy enseña en la Escuela de Periodismo de la Universidad Alberto Hurtado y en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, donde está a cargo de la línea formativa de Escritura de Guion. Desde ahí observa a las nuevas generaciones: “Las generaciones actuales tienen un acceso mucho mayor a la información. Y también a una historia más crítica”.
Pasado que construye futuro
La relación de Gonzalo Peralta con la UCHILE está marcada por la historia nacional. Entró a la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile en 1985. “Fueron años muy intensos. Un año antes se había elegido la primera federación estudiantil en dictadura y acababan de soltar al dirigente que había estado relegado. Recuerdo también en los primeros meses la noticia del asesinato de la estudiante de Sociología, Tatiana Fariña, a quien se le había armado un montaje”, rememora sobre un tiempo que también fue sinónimo de resistencia. “Fue una experiencia súper importante”, afirma Peralta. Al tercer año de la carrera de Filosofía, decidió dejarla. “Demasiado teórico especulativo, lo mío iba más por los hechos y una inclinación muy fuerte a la narración”, explica.
Cuenta que su fascinación por la historia viene de sus experiencias como lector en su infancia, con publicaciones como la revista Mampato. Tras licenciarse después en Historia en la Universidad ARCIS, volvió a la Casa de Bello en el 2010 para cursar el Magíster en Estudios Latinoamericanos. Fue en ese programa de posgrado, parte del Centro de Estudios Culturales Latinoamericanos (CECLA), donde encontró el espacio ideal para fusionar sus intereses. “Me parecía muy interesante el cruce que se hacía en estudios culturales, desde una línea histórica con elementos, sobre todo, de la literatura”, opina.
Destaca la influencia de profesores como Carlos Ossandón, quien desde la filosofía ha trabajado temas de literatura en el ámbito latinoamericano, y sobre todo en relación a la prensa, y Grínor Rojo, recordando con claridad un seminario que él hizo sobre Manuel Rojas y el anarquismo. “Ahí pude hacer confluir lo que se considera un suceso histórico con los personajes de la obra narrativa de Rojas. Eso me abrió la cabeza. Vi que ahí había un campo muy interesante de estudios culturales y de los sujetos subordinados marginados”, señala.
Como egresado, valora el sello público de la Universidad de Chile: “Uno se siente parte de una tradición antigua, muy rica en cuanto a cómo ha contribuido a la formación de la nación chilena”. Hace también un llamado a reforzar la vocación pública de la institución: “El vínculo que tiene con la comunidad es de la mayor relevancia”.
Hoy, además de sus proyectos de divulgación, Peralta continúa vinculado al mundo audiovisual. Junto a la fallecida colega Malú Urriola, se adjudicó fondos CORFO para desarrollar una serie de televisión basada en la historia real de un grupo de la PDI que en los años 40 desarticuló una red de espionaje nazi en Chile, proyecto que surgió tras la liberación y posterior disposición de este material en el Archivo Nacional. “Son procesos muy lentos. Estamos más o menos en el comienzo, pero avanzando bien”, comenta sobre esta iniciativa que vuelve a demostrar su capacidad para entrelazar rigor histórico con narrativas atractivas para el gran público.