Facultad de Filosofía y Humanidades y SEREMI de las Culturas RM colaboraron para la organización de clubes de lectura

FFH y SEREMI de las Culturas RM realizaron en conjunto clubes de lectura

Se trata de “Diálogos en Movimiento” y el Club de Lectura en alianza con la Biblioteca Comunitaria Hernán Ramírez Necochea. La coordinación general de ambas actividades estuvo a cargo de Mia Dragnic García, coordinadora de Vinculación con el Medio de la Facultad de Filosofía y Humanidades, quien destacó que este convenio “permitió articular el trabajo universitario con los espacios culturales del entorno, fortaleciendo las redes lectoras y promoviendo el encuentro entre distintos públicos, generaciones y saberes”.

Asimismo, subrayó el rol protagónico que asumió la Biblioteca Central Eugenio Pereira Salas de la Facultad de Filosofía y Humanidades, tanto como espacio de acogida de las sesiones como por su vocación de revitalizar su uso académico, cultural y comunitario: “queremos que la biblioteca vuelva a ser un lugar vivo, donde los libros circulen entre la gente y las ideas se compartan en comunidad”.

Diálogos en Movimiento

La primera instancia correspondió a “Diálogos en Movimiento”, espacio de lectura guiada que abordó el libro La rabia y el augurio: ensayo biográfico sobre Carlos Droguett del escritor Álvaro Bisama. Se trató de un ciclo de cuatro sesiones realizado en la Biblioteca Central Eugenio Pereira Salas junto a estudiantes del Liceo Experimental Manuel de Salas.

La mediación estuvo a cargo de Daianna Erreyes Belduma y Thomas Klausen Pizarro, estudiantes del Departamento de Estudios Pedagógicos (DEP) de la Universidad de Chile, quienes acompañaron a las y los participantes en la reflexión y el análisis del texto. El ciclo culminó con un encuentro con el autor, donde cada participante recibió un ejemplar del libro como parte del programa de incentivo lector del Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio.

En dicho encuentro, realizado el martes 21 de octubre, Daniela Picón Bruno, directora de Extensión, Comunicaciones y Vinculación con el Medio, destacó la importancia de los encuentros: “una actividad como esta nos ha involucrado a funcionarias, académicas, estudiantes, escritores y, por cierto, a ustedes, estudiantes secundarios. Muy especialmente quiero saludar a las y los miembros de la comunidad de Ñuñoa, en particular a quienes forman parte de la biblioteca comunitaria de la Villa Los Presidentes. Esta constelación de participantes es muy significativa para la labor que realizamos en materia de extensión y vinculación con el medio”.

Durante el diálogo con las y los estudiantes, Álvaro Bisama explicó que los libros de Droguett tienen un compromiso social y político, pero también se quiso enfocar en la dimensión artística y estética de su obra. “Cuando uno lo lee, se encuentra con alguien cuya literatura habita entre un gesto literario radical, artístico y vanguardista; una opción consciente por el lenguaje y una pregunta constante sobre qué es el lenguaje y qué es la literatura. Pero, al mismo tiempo, también se pregunta cómo esa literatura incide, dialoga y se relaciona con el mundo. En ese sentido, él va y viene como un testigo del siglo XX que capta el ruido del mundo y con ese ruido sus contradicciones”, señaló.

 
Club de lectura con vecinas y vecinos de Ñuñoa

El Club de Lectura fue la segunda actividad realizada en conjunto con la SEREMI de las Culturas RM, que en esta ocasión se realizó en alianza con la Biblioteca Comunitaria Hernán Ramírez Necochea, la cual está en funcionamiento desde 2022 y que se ha consolidado como un espacio que se sostiene con sus propios medios y con ayuda del Centro Cultural de Los Presidentes. 

 

En esta instancia, la mediación estuvo a cargo del Colectivo Museia, integrado por María Jesús Espinoza Lazo y Sara Vega Rojas, quienes condujeron el diálogo en torno a dos obras de Alejandra Costamagna: Animales domésticos y Había una vez un pájaro. El club reunió a veintitrés participantes, en su mayoría vecinos y vecinas de la comunidad, y finalizó su última sesión el miércoles 22 de octubre en la propia sede de la biblioteca comunitaria, reafirmando el compromiso de la Facultad con los territorios y el acceso democrático a la lectura.

Dentro de los temas abordados por Alejandra Costamagna, estuvo la importancia de crear un mosaico de la memoria para generar un contrapeso con la memoria oficial, cómo su infancia tuvo un gran impacto en su proceso creativo y su preferencia por los personajes con matices y ambigüedades. Además, explicó que prefiere utilizar a los animales como un simbolismo de mediación a los conflictos humanos: “hay cosas que no podemos expresar con palabras. En ese sentido, el animal funciona como una posibilidad de conexión y desconexión, una forma de hablar de lo humano sin hacerlo directamente”.

La encargada de la biblioteca comunitaria, Paulina Núñez, valoró el trabajo conjunto y destacó la importancia de mantener vivos los espacios culturales: “los espacios comunitarios no son tiendas donde uno llega, consume y se va, sino lugares donde se construye pertenencia. A veces existe el mito de que las bibliotecas se están extinguiendo, pero no es así. Este espacio sigue vivo, con permanencia y resistencia, como una casa cultural que se mantiene firme frente a lo comercial”.

Estas actividades formaron parte del Plan Regional de Lectura de la SEREMI RM, que buscó promover el acceso equitativo a la lectura, la mediación literaria y la creación de comunidades lectoras a lo largo del territorio.