Colaboración institucional permanente

Modelo de Equidad e Inclusión continúa adentrándose en el trabajo cotidiano de los equipos de nivel central

Modelo MIES continua su trabajo en los equipos centrales
Los equipos de trabajo dialogaron en grupo sobre la incorporación del Modelo MIES en las labores cotidianas.
Los equipos de trabajo dialogaron en grupo sobre la incorporación del Modelo MIES en las labores cotidianas.
Los equipos de trabajo dialogaron en grupo sobre la incorporación del Modelo MIES en las labores cotidianas.
Rodrigo Carmona, coordinador del Área de Gestión de la Información de Dirbde, expone sobre el trabajo que realizan.
Rodrigo Carmona, coordinador del Área de Gestión de la Información de Dirbde, expone sobre el trabajo que realizan.
Maribel Mora Curriao, subdirectora de Equidad e Inclusión.
Maribel Mora Curriao, subdirectora de Equidad e Inclusión.
Foto final de la jornada.
Foto final de la jornada.

Con el objetivo de seguir desarrollando la incorporación del Modelo de Inclusión en Educación Superior en los equipos de la Universidad, la Subdirección de Equidad e Inclusión convocó a los y las integrantes del Departamento de Pregrado y de la Dirección de Bienestar y Desarrollo Estudiantil (DIRBDE), a una segunda jornada de trabajo, tras la realizada en 2024, para profundizar en las distintas temáticas que aborda el Modelo y cómo éstas se desarrollan en los quehaceres cotidianos universitarios. 

La actividad estuvo encabezada por la vicerrectora de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, Josiane Bonnefoy y por el vicerrector de Asuntos Académicos, Claudio Pastenes, quienes reconocieron la importancia de dialogar entre todos y todas los desafíos que tenemos como institución pública en esta materia. 

“Es importante enfatizar que con este modelo renovamos el compromiso institucional hacia la excelencia, la innovación y la justicia social. Como Universidad estamos convencidos de que la inclusión refuerza nuestro rol público, y que podemos contribuir a que cualquier estudiante, sin importar su origen, condición o identidad, tenga las mismas oportunidades de aprender, de crecer y de aportar a la construcción de un mejor Chile”, señaló la vicerrectora Bonnefoy

Por su parte, Claudio Pastenes, comentó que “la Inclusión, en la Universidad de Chile, es una iniciativa irrenunciable, aún cuando se reconoce la magnitud del desafío que implica. Primero, porque se trata de un derecho y, segundo, porque es un componente de la diversidad a la que aspiramos”, agregando que es muy importante la coordinación de las unidades responsables: “Esta segunda jornada del modelo MIES, justamente apuntó a ese objetivo. Esto es, el de coordinar y presentar, en miras a una mayor integración, a los equipos de la Dirección de Bienestar y Desarrollo Estudiantil de la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios y los del Departamento  de Pregrado de la Vicerrectoría de Asuntos Académicos. La magnitud del desafío de la Inclusión merece esfuerzos como este y reflejan la decisión de la Universidad por avanzar a paso firme en este camino”.

Tras las palabras de las autoridades, la jornada continuó con una revisión de los realizado en 2024, para luego realizar una ronda de presentación de las distintas áreas que componen ambos equipos, ya que una de las barreras que manifestaron las y los funcionarios en el primer encuentro fue el desconocimiento de las distintas personas y funciones que realizan quienes trabajan tanto en la DIRBDE como en el Departamento de Pregrado. 

Posteriormente, se realizó la parte central de la actividad, donde las y los participantes se dividieron en grupos para responder diferentes preguntas relacionadas a alianzas, vinculaciones, experiencias de colaboración y aprendizajes cotidianos que permitan “hacer del MIES una práctica viva, concreta y coherente con lo que queremos construir al interior de nuestros equipos y en nuestro quehacer profesional”, orientadas, principalmente, a las tres dimensiones principales que propone el Modelo. 

  • Acceso efectivo: es decir con acompañamiento en el proceso de transición e inserción a la vida universitaria.
  • Participación con identidad: pues la etapa universitaria es clave –a la vez que conflictiva, generadora y potenciadora– de la definición de la o las identidades de las personas.
  • Incidencia: en los distintos ámbitos derivados del paso por la universidad, ya sea político, cultural, artístico, deportivo, social, organizacional, y del desarrollo del conocimiento, entre otros. 

Rocío Quezada, asesora educativa de la Unidad de Docencia del Departamento de Pregrado y participante de uno de los grupos, valoró la importancia de dialogar sobre estas temáticas transversales, ya que desde su punto de vista “para que realmente avancemos como institución, debemos tener un trabajo articulado. Cada equipo desde sus funciones puede pensar, accionar y modificar sus prácticas en coherencia con el MIES, el Modelo Educativo y las políticas institucionales de inclusión. Solo un trabajo dialogado y colaborativo podrá contemplar las distintas aristas y fortalecerse. Las nuevas ideas o proyectos, o el complemento del trabajo surge desde las interacciones entre unidades y equipos”.

Por su parte, Ignacio Allende, profesional de las ciencias sociales del Área de Convivencia Universitaria, destacó que este diálogo no solo se diera en las conversaciones por grupo, sino que también desde la articulación y construcción de la parte central de la jornada, ya que la Subdirección de Equidad e Inclusión invitó al Área de Convivencia Universitaria y al Área de Mediación Estudiantil a construir en conjunto el espacio de taller. 

“Participar en la organización de esta jornada fue enriquecedor y desafiante. Colaborar con la Subdirección de Equidad e Inclusión, refuerza nuestra visión en torno a potenciar el trabajo articulado al momento de (re)pensar la convivencia universitaria y sus diferentes dimensiones. Nuestro rol, en esta ocasión, se centró en profundizar la dimensión relacional-humana del trabajo por la promoción de inclusión. Así, transversalizamos estrategias de indagación apreciativa en espacios de diálogo entre equipos institucionales de la Universidad, especialmente, relevando cómo nuestras propias identidades, experiencias y emociones influyen en nuestras vinculaciones con dicha tarea. Ello se realizó con el fin de tejer redes de colaboración institucional con propósito, poniendo en el centro, simultáneamente, estándares de calidad y a la comunidad universitaria en su conjunto”, señaló.