Salud infantil

Estudio UCHILE cuestiona la estandarización de la actividad física en niños y adolescentes

Estudio UCHILE cuestiona la estandarización del ejercicio escolar
Niños haciendo ejercicio
La investigación desarrollada en el INTA de la Universidad de Chile ofrece evidencia clave para diseñar programas escolares y comunitarios más inclusivos, ajustados al nivel físico de cada estudiante.

Un artículo recientemente publicado en la revista PLOS ONE revela importantes hallazgos sobre la condición física de niños, niñas y adolescentes chilenos. El estudio muestra que aquellos con sobrepeso u obesidad no solo presentan un menor rendimiento cardiorrespiratorio, sino que también gastan más energía y perciben mayor esfuerzo al realizar tareas físicas simples como subir y bajar un escalón.

El estudio “Children and adolescents with overweight or obesity exhibit poor cardiorespiratory performance and elevated energy expenditure during an exercise task” fue liderado por Carlos Sepúlveda, estudiante del Doctorado en Nutrición y Alimentos (DOCNUTAL) de la Universidad de Chile al momento del estudio y hoy académico del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad de O'Higgins. 

La aptitud cardiorrespiratoria (ACR) es un marcador fundamental de salud cardiovascular y metabólica, especialmente durante la infancia y adolescencia. Su desarrollo adecuado permite un mejor desempeño físico y previene diversas enfermedades crónicas. En este contexto, el estudio evaluó a 242 niños y adolescentes entre 8 y 16 años, analizando su ACR, gasto energético y recuperación cardiovascular en respuesta a una tarea de ejercicio estandarizada, que consistió en subir y bajar un banco de dos escalones a una frecuencia de 30 pasos por minuto (60 bpm) durante 3 minutos (Test del Escalón).

La investigación, realizada en el Laboratorio de Investigación en Nutrición y Actividad Física (LABINAF) del INTA, identificó diferencias claras en el consumo máximo de oxígeno entre grupos de peso saludable, sobrepeso y obesidad, tanto en niños como en niñas. Carlos Sepúlveda explica que este trabajo reveló “dos aspectos importantes: a) el bajo rendimiento cardiorrespiratorio en niños, niñas y adolescentes independiente de su estado nutricional comparado con valores de referencia internacional; b) el elevado gasto energético y la elevada intensidad cuando realizan la tarea de subir y bajar el escalón en niños, niñas y adolescentes que presentan sobrepeso u obesidad independiente de su sexo biológico”.

Los resultados también mostraron que los participantes con sobrepeso u obesidad realizaron la tarea de ejercicio a una intensidad más alta, con mayor frecuencia cardíaca, mayor percepción del esfuerzo y tiempos de recuperación más prolongados. Estos indicadores apuntan a una menor eficiencia cardiorrespiratoria y una condición física general deficiente.

Los hallazgos ofrecen valiosa información para el diseño de programas escolares y comunitarios orientados a mejorar la condición física en etapas tempranas. Según Sepúlveda, “los datos de nuestro estudio revelaron que los niños, niñas y adolescentes tienen una pobre condición física. Nuestros resultados muestran que realizar tareas físicas como subir y bajar una escalera a un ritmo estandarizado no tiene el mismo impacto para todas las personas. Para algunos es muy intenso y para otros es de baja intensidad. Esto refuerza el impacto o la percepción de las actividades físicas dentro de las jornadas escolares, de la clase de Educación Física o de la prescripción de ejercicio físico dirigido. La intensidad es fundamental para optimizar los beneficios del ejercicio y de la adherencia”.

Esta perspectiva resulta especialmente relevante para la planificación de clases de Educación Física más inclusivas y efectivas, que consideren el nivel de condición física individual y no solo la edad o el curso del estudiante.

La investigación liderada por el profesor Gerardo Weisstaub del INTA evidencia que la pandemia de obesidad está afectando a niños, niñas y adolescentes no solo en su salud general, sino también en su capacidad para realizar actividades cotidianas. Los resultados aportan información valiosa que pone de manifiesto la precaria condición física de nuestra población pediátrica y resaltan la necesidad de ajustar las políticas públicas, incluyendo de manera prioritaria la condición física como una variable clave para abordar esta emergencia. Además, nos invita a reflexionar: “¿Es necesario ajustar la intensidad de las clases de educación física a la condición física individual para mejorar la adherencia y reducir la percepción del esfuerzo?; y/o mantener la intensidad actual, pero contar con herramientas de seguimiento que permitan evaluar si las actividades tienen un impacto positivo en la condición física, y en base a ello, diseñar planes para generar mejoras de manera individualizada”, señala el profesor Rodrigo Troncoso, subdirector del INTA y miembro del equipo de investigación.

El estudio también destaca la importancia de evaluar el gasto energético y la recuperación cardiovascular como indicadores de salud cardiometabólica. “Es importante medir el gasto energético y recuperación cardiovascular debido a que ambos son indicadores de salud cardiometabólica, sobre todo la recuperación cardiovascular determinada por los índices de recuperación. Además, son muy buenos indicadores del nivel de condición física”, señala el investigador.

Finalmente, Sepúlveda subraya un aspecto que el artículo pone en evidencia: la intensidad con la que se realizan actividades cotidianas en esta población. “Este artículo muestra que la realización de actividades de la vida diaria (como subir y bajar un escalón) se realiza a elevadas intensidades en niños, niñas y adolescentes. Esto describe la mala condición física general de la población pediátrica chilena. También pone una bandera roja acerca de la estandarización de las intensidades al realizar ejercicio físico, en donde en algunos individuos puede ser a baja intensidad y otros a muy alta, pudiendo ser un punto importante para sentirse bien realizando ejercicio, y generar adherencia a la actividad física”, concluye.