Este 19 de diciembre se conmemoran 100 años de la muerte de Luis Emilio Recabarren, luchador incansable de la justicia social de Chile a inicios del siglo XX. Consagró su vida política y personal al enaltecimiento del mundo popular del que fue parte, transformándose en un actor político de primera línea. Su obra y trayectoria multifacética continúa vigente y es un legado permanente a pesar de su efímera vida.
Oriundo de la ciudad de Valparaíso, Luis Emilio Recabarren nació el 6 de julio de 1876 en medio de la consolidación del capitalismo industrial en Chile y de constantes transformaciones de las dinámicas económicas, sociales y laborales. Estudió en la Escuela Santo Tomás de Aquino y desde la corta edad de 11 años comenzó a trabajar como aprendiz de encuadernación y desde los 14 se desempeñó como tipógrafo. Tempranamente, fue detenido por repartir un periódico clandestino contra el gobierno de Balmaceda.
Tres años más tarde, comienza su trayectoria política al incorporarse al Partido Demócrata dónde comienza a demostrar su pensamiento y habilidades de difusión. En 1898, publica su primer artículo en el diario La Tarde de Santiago.
Posteriormente, en 1904, se integró al naciente movimiento mancomunal, el que había surgido en Iquique tres años antes y se expandía rápidamente en el norte salitrero. En ese movimiento, como director del periódico El Pueblo (Tocopilla), trabajó por la expansión de esta importante organización obrera nacional y que llegó a ser la base del sindicalismo en Chile.
En Tocopilla fue elegido diputado en 1906, sin embargo, no llegó a ocupar su escaño en el Congreso, debido a que señaló observaciones por la exigencia de jurar “por Dios”, días más tarde se le realizó una acusación de fraude que le impidió ejercer su cargo. Después de esto, regresó al norte y se estableció en Iquique.
En medio de las crecientes desigualdades generadas por el proceso migratorio del campo-ciudad y la llamada cuestión social, su ímpetu fue adquiriendo más fuerza al buscar el reconocimiento de los sectores populares del país. Para lograr este objetivo se transforma en un relevante y habilidoso comunicador fundando diversos periódicos en distintos lugares, destacando en 1912 la creación de "El Despertar de los Trabajadores" en Iquique, medio de comunicación que se mantuvo hasta poco después de su muerte y que fue clausurado por Carlos Ibáñez del Campo.
Junto con la creación del histórico diario, ese mismo año fundó el Partido Obrero Socialista (POS) con la colaboración de unos treinta obreros salitreros y empleados, siendo su primer presidente. Un año después colaboró con la gira que realizó en 1913 a la zona del salitre la importante feminista mexicana Belén de Sárraga, cuyas conferencias en la zona incentivaron el surgimiento de los primeros Centros de Mujeres. En este sentido, junto a su compañera y también fundadora del POS, Teresa Flores fueron precursores de los movimientos de emancipación de la mujer, potenciando su incorporación a la educación, al debate político y la lucha popular.
En 1921, fue electo diputado por Antofagasta, cargo que sí pudo ejercer siendo miembro de la Comisión Permanente de Legislación Social.
Para 1922, incentivado por el comunismo internacional, el Partido Obrero Socialista se constituyó en el Partido Comunista de Chile. Asimismo, se destacó su paso como presidente de la Federación Obrera de Chile (FOCH), la principal organización multisindical del país, donde impulsó el cambio desde una posición reformista a una que buscaba abolir el régimen capitalista.
Con respecto a su trayectoria, el director del Departamento de Ciencias Históricas de la Universidad de Chile, Pablo Artaza, destacó que “dentro del contexto de articulación del movimiento obrero Luis Emilio Recabarren tiene un rol de liderazgo indiscutido en la transición de la protesta social, al diálogo de la protesta social con el sistema político. El paso de lo social a lo político en Chile ineludiblemente está muy de la mano de la labor ejercida de liderazgo social, sindical y político de Recabarren”.
“El legado que nos deja Recabarren es dual, por una parte, es un legado histórico en tanto nos permite, a través de su persona, acercarnos a un contexto temporal específico a la emergencia del movimiento obrero, a la constitución de la política de izquierda en Chile. A la vez, es un referente por contraposición por como destaca la ausencia de personas que sean capaces de constituir polos dialogantes entre bases sociales amplias y de alcance nacional para su articulación y ponerlo en diálogo con el sistema político y la sociedad en su conjunto”, detalló Artaza.
Un relevante comunicador
Los medios de comunicación fundados por Recabarren fueron una de las principales herramientas para la difusión de ideas, críticas y acontecimientos cotidianos de los y las obreras. Por medio de estas publicaciones difundió la importancia y el valor de convertirse en actores políticos y sus periódicos llegaron a difundirse en distintos lugares del país, muchos financiados por los propios integrantes del colectivo popular.
“Estamos hablando de un contexto en el cual la prensa tuvo una labor fundamental de expresión hacia el colectivo asociado al movimiento obrero que estaba surgiendo en Chile y es un canal de comunicación interno a la vez que externo, en torno al cual se está formando un ideario popular en torno a la organización política de clase obrera”, detalló Artaza.
En la Colección Hemeroteca del Archivo Central Andrés Bello de la Universidad de Chile, se resguarda el diario "El Despertar de los trabajadores" de Iquique, publicación que relata los acontecimientos del año 1915.
“Gran parte del movimiento obrero está asociado a una difusión de los canales de comunicación del mismo mundo popular y el papel que juega esta prensa es fundamentalmente formativa hacia el universo proletario a la vez de manifestación hacia la sociedad. Es un canal dual, hacia el movimiento, pero que lo pone en contexto y en contacto con la sociedad en su conjunto”, detalló Artaza.
El legado teatral de Recabarren
Luis Emilio Recabarren incursionó en el arte de manera recursiva como una herramienta de emancipación y enaltecimiento de la sociedad obrera, en sus escritos representó las injusticias sociales y aspiraciones del proletariado, logrando otorgarles a los obreros y obreras una voz ante las injusticias que atravesaban en aquel periodo.
En este sentido, Valeria Yáñez, escritora de "Recabarren Escena Obrera, entre la pluma y la pólvora" y egresada de la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, destacó el legado teatral y cultural del líder sindical. “Es muy importante porque da cuenta de un momento en que las y los trabajadores se pusieron en escena, ellos fueron protagonistas. Fue una construcción de una identidad obrera, una forma en que el pueblo se expresó y comunicó a inicios de siglo. (...) Asimismo da cuenta de un teatro que además de ser un modo de expresión o de entretención busca ser una herramienta de educación y de concientización de la movilización social”.
De la misma forma, en las obras de Recabarren se destaca la representación de las mujeres obreras y ubicarlas como protagonistas en una sociedad donde los derechos y visibilización de las mujeres era marginado en la época. En este sentido, el núcleo patrimonial de la Universidad de Chile, en su Colección Domingo Edwards, resguarda la obra teatral "Desdicha obrera", impreso en la región minera de Antofagasta en 1921 y que representa del drama social sufrido por una mujer obrera a inicios del siglo XX.
“En las obras de Recabarren las mujeres obreras son las protagonistas, las actrices también, en un contexto en ni siquiera éramos consideradas ciudadanas. Esto se ve en especial en la obra 'Desdicha obrera' que nos habla sobre una situación muy común de explotación y de abuso de un patrón frente a su obrera en donde ella decide cambiar el curso de la historia y autodefenderse”, destacó Yáñez.
“Una escena obrera no solo en el teatro, sino como toda una escena artística social y política de conjunto de inicios de siglos, es decir, como el quehacer teatral desde una mirada militante también de cuestionar los sentidos comunes en un sistema barbárico o capitalista y ahí, yo creo, que en ese imaginario político esta reflexión y vigencia de Recabarren”, concluyó la actriz.
Esta obra teatral de Luis Emilio Recabarren ha sido digitalizada por el Archivo Central Andrés Bello y está disponible en el Portal de Libros Electrónicos de la Universidad de Chile, puedes acceder a ella en el siguiente enlace.