En septiembre comenzó la implementación de la autoevaluación docente que estará disponible para su primera realización hasta el 14 de diciembre próximo. Esta segunda etapa de instalación del Sistema de Evaluación del Desempeño Docente de la Universidad de Chile, que se sustenta en la máxima: "evaluar para aprender, aprender para mejorar y mejorar para transformar", se está implementando por primera vez en toda la Institución, tras un trabajo sostenido desde el año 2023, que incluyó el desarrollo de dos pilotos y diversas consultas a académicas y académicos.
“La docencia universitaria ha vivido transformaciones profundas en los últimos años y en ese contexto, la evaluación de la docencia adquiere un nuevo significado. Ya no se trata solo de medir el desempeño, sino de aprender de él. De mirarnos como comunidad académica, de reflexionar, compartir, mejorar de manera individual y sobre todo, de ir un paso más allá y de hacerlo de manera colectiva”, expresó la directora de Pregrado, Leonor Armanet ante diversas autoridades, académicos/as y profesionales en el Consejo de Pregrado ampliado de fines de octubre.
En la misma oportunidad, la profesora Armanet agregó que con el sistema de evaluación docente “queremos favorecer la reflexión sobre la propia práctica docente y avanzar en una cultura universitaria orientada a la mejora continua, donde la docencia sea un elemento central del quehacer universitario y enseñar se asume como una actividad intelectual que requiere fundamentación, análisis, experimentación y socialización de resultados”.
La autoevaluación es el segundo elemento de un sistema que contempla tres componentes que se complementan: la evaluación semestral que realiza el estudiantado; la autoevaluación que desarrolle cada docente; y la evaluación de superiores, a través de un instrumento que se encuentra en etapa de elaboración y validación para ser implementado próximamente. En ese marco, “contar con un sistema formal de evaluación de la docencia nos obliga, en algún momento en nuestra trayectoria, a detenernos un momento y poner por escrito cosas que nosotros hemos pensado sobre la docencia, sobre nuestro quehacer. Y yo creo que permite un principio de reflexividad acerca de lo que hacemos”, subrayó en la misma ocasión, la académica Gabriela Rubilar, quien participó en uno de los pilotos de autoevaluación.
El director de Desarrollo Académico, Claudio Olea, por su parte, comentó que ve este sistema como académico y como directivo."Como académico de a pie (...) nosotros criticamos que nos estaban midiendo frente a una única mirada que era el estudiante (...) me faltaba la otra parte, que me preguntaran a mí cuál era mi sensación frente a la labor que yo hacía. Es decir, la autoevaluación” y este sistema responde a esta inquietud. Como director, en tanto, indicó que tiene una mirada más transversal sobre la necesidad de estos instrumentos porque "en las comisiones la docencia cada vez es más relevante desde el punto de vista de asegurar la calidad”. En ese sentido, valoró que “con este sistema, de alguna manera, estamos involucrando al académico en este proceso”.
Viviana Sobrero, jefa de Docencia de Pregrado, en tanto, enfatizó que el sistema de evaluación de la docencia que la Universidad de Chile se propone implementar, se fundamenta en tres premisas centrales: una noción de evaluación centrada en el aprendizaje, una noción de sistema que pone en diálogo distintas perspectivas para abordar la complejidad de la docencia y una noción de reflexión sobre la propia práctica, que es transformadora. “Si estamos de acuerdo con estas premisas, la pregunta y el desafío que tenemos es cómo favorecer, en las distintas unidades académicas, una cultura colectiva de la reflexión, que ponga en conversación los tres componentes del sistema y, con ello, potencie una docencia colaborativa en el contexto de una comunidad de aprendizaje”.
Puntos clave sobre la autoevaluación docente
La autoevaluación docente podrá ser respondida, hasta el próximo 14 de diciembre, por las profesoras y profesores de pregrado, activos en 2025, que hayan realizado al menos dos semestres de clases en la Universidad de Chile.
Se trata de un instrumento autoaplicado, con preguntas cerradas de alternativas y otras abiertas, que buscan activar y guiar un proceso reflexivo en torno a aspectos clave del quehacer docente, que permita visualizar espacios de mejora y reforzar fortalezas en los procesos de enseñanza.
Su desarrollo toma alrededor de treinta minutos, es de carácter voluntario y se espera que de aquí en adelante, la aplicación se realice cada dos años, una vez disponibles los resultados de la encuesta que responden las y los estudiantes; y que en conjunto, sirvan como insumo para la elaboración de acciones que incorporen las mejoras que cada docente considere necesarias para su quehacer en la sala de clases.
Quienes reúnan las características antes mencionadas y deseen desarrollar su autoevaluación, pueden visitar la página del Instrumento de Autoevaluación Docente para acceder a ella.
Para conocer más detalles sobre el sistema o en específico sobre la autoevaluación, se puede visitar la página del Sistema de Evaluación del Desempeño Docente en la Universidad de Chile.