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Juan Villavicencio, gerente general de ENGIE Chile: “Me marcó la diversidad que existe en la Casa de Bello”

Entrevista a Juan Villavicencio, gerente general de ENGIE Chile
Juan Villavicencio
“Mi rol es asegurar que nuestro plan de transición energética sea responsable con el Sistema Eléctrico Nacional, nuestros clientes, comunidades y trabajadores”, explica sobre su gestión al mando de la compañía energética multinacional.
Juan Villavicencio
Villavicencio se había unido a Engie Chile en 2023 como director general de Energías Renovables, llegando en 2025 a ser también jefe de proyectos para Latinoamérica.
Juan Villavicencio
El ingeniero civil mecánico de la Universidad de Chile hereda también de su predecesora, Rosaline Corinthien, un fuerte compromiso con la diversidad de género y los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza).

Con más de 20 años de experiencia liderando proyectos de infraestructura a gran escala, Juan Villavicencio asumió en agosto de este año como gerente general de ENGIE Chile. El ingeniero civil mecánico de la Universidad de Chile se había unido en 2023 a la compañía como director general de Energías Renovables, llegando en 2025 a ser también jefe de proyectos para Latinoamérica.

Bajo su liderazgo, la compañía avanza hacia los 3,7 GW al 2027, con más del 70% en energías renovables y almacenamiento. “Mi rol es asegurar que nuestro plan de transición energética sea responsable con el Sistema Eléctrico Nacional, nuestros clientes, comunidades y trabajadores”, explica. “Esto significa preparar todas las acciones para sacar al carbón y mantener a la compañía en una posición de riesgo bajo, es decir que lo que generamos sea consistente con lo que vendemos”, añade.

ENGIE Chile está en continua transformación de antiguas centrales térmicas en proyectos verdes, como el caso de Tocopilla, donde después de desconectar al carbón en 2022, ahora implementan sistemas de baterías y condensadores síncronos. “Todo esto en el mismo lugar y ocupando hasta la misma obra civil. Estamos instalando tecnología para entregar esa necesaria inercia al sistema”, destaca Villavicencio. “En el caso de Tamaya, en Tocopilla, se trata de un sitio donde existía una central diésel, que fue desconectada, y luego, en el mismo lugar, construimos una planta solar, reutilizando la misma infraestructura técnica de conexión. Después, cuando la regulación estuvo más alineada y los precios bajaron, implementamos el sistema de baterías. Con eso logramos dar trabajo y actividad industrial al entorno”, detalla.

Villavicencio hereda además de su predecesora, Rosaline Corinthien, un fuerte compromiso con la diversidad de género y los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza). “Un equipo diverso es capaz de generar más valor que un equipo que actúa bajo la misma mirada”, afirma. “Creemos que la diversidad de perspectivas permite tomar mejores decisiones para enfrentar desafíos y problemas”, sentencia.

Sobre su pasión por construir equipos con propósito, Villavicencio es claro: “Tenemos a la seguridad y la salud ocupacional como un pilar de nuestra gestión, con un sentido de responsabilidad comunitaria que asegure que estamos generando un impacto positivo”. Y agrega: “Esto no es solo un discurso, tenemos muchos casos de éxito de que estas palabras se han transformado en acción, inversiones y apoyo”.

Una continua formación

La carrera de Villavicencio ha sido un viaje desde la ingeniería de proyectos en minería y celulosa hasta liderar la vanguardia de la transición energética. Originario de Melipilla, su primer trabajo profesional fue en 2004 para Sigdo Koppers en Nueva Aldea, Chillán. Fue en esa misma empresa donde posteriormente, tras un paso por Copec S.A., lideró junto a un grupo de profesionales la creación de una nueva empresa para el grupo, enfocada en proyectos brownfield (renovación o reutilización de instalaciones, terrenos y sistemas existentes) y mantenimiento industrial en minería, celulosa, energía, puertos e industria pesada en general.

“En mi carrera, esta tarea es una de las que más me marcó profesionalmente, pues fue una gran experiencia de emprendimiento empresarial y conocimiento transversal de la industria. Tuve la oportunidad de trabajar con grandes mineras y empresas en casi todas las operaciones significativas de Chile, lo que me entregó una visión global de estas industrias”, señala.

Luego, entre 2017 y 2021 fue country general manager en Sacyr Industrial Chile y hasta 2023 country manager Latam en Mytilineos S.A. (hoy Metlen Energy & Metals). “Esta trayectoria basada en industria pesada me entregó credibilidad para este nuevo negocio”, reflexiona. “Las energías renovables son un negocio nuevo a nivel mundial, no son más de 25 años desde que se empezaron a implementar proyectos solares y eólicos a escala industrial. Y particularmente en Chile hay una tendencia de implementación de inversiones que no lleva más de 10 años en una escala relevante”, cuenta.

“Al final los desafíos de proyectos, independiente de la industria en donde estés, tienen bastante similitud”, asegura. “La minería trabaja en condiciones bastante extremas y con exigencias técnicas de alto nivel. Requiere, como socios estratégicos, a todos los players o actores de energía, y particularmente ser capaz de liderar desde un conocimiento valórico de la seguridad industrial y de la ética en los negocios”, añade. “La celulosa, en tanto, requiere la integración de tecnología extranjera y la articulación de procesos de suministro de alta complejidad, lo que te permite basar tu gestión con bastante complejidad técnica”, señala.

Villavicencio realizó además un MBA en la Universidad Católica de Chile y un Máster en Derecho en la Universidad Adolfo Ibáñez. “Hubo momentos en que me encontré con un equipo de trabajo de más de 800 personas que tenía que liderar, teniendo menos de 26 años. Me tocó formar equipos, aprender a comunicar y vender”, explica sobre la necesidad de complementar su formación.

Excelencia y diversidad

Al rememorar sus años en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile (FCFM), a la cual ingresó en 1998, Villavicencio destaca que “fue una experiencia súper positiva en casi todas las dimensiones de la vida”. “Me marcó profundamente el apoyo de la Universidad a sus alumnos. Yo venía de una familia que estaba pasando por un momento complicado y por diversas causas no tenía opciones para postular al crédito universitario”, revela. Aquel momento crucial involucra a Carmen Silva, asistente social que recuerda con especial cariño: “Hizo un tremendo trabajo para que me dieran acceso al crédito universitario y gracias a eso pude estudiar. También me ayudó a acceder a becas, lo cual fue una tremenda ayuda”.

“También me marcó la gran diversidad que había en la Universidad de Chile y el entender que el talento y la inteligencia no son exclusivos de unos pocos, sino que está distribuida en toda la población”, afirma.

Entre los docentes que influyeron en su desarrollo destaca a Rodrigo Palma, profesor guía para su trabajo de título y que en esa época era el director del Departamento de Ingeniería Mecánica (DIMEC). Villavicencio ya había sido profesor auxiliar en algunas de sus asignaturas. “Era una persona de mucha profundidad técnica, pero que al mismo tiempo le importaban mucho los afectos y la manera de hacer las cosas, no solamente el resultado, sino que el camino. Era súper abierto y tenía la suficiente flexibilidad con nosotros”, cuenta. Esta formación se refleja hoy en su gestión: “Él marcó una línea que hoy está reflejada en mi manera de liderar en mi trabajo, de tratar de escuchar a las personas y de ser cercano, no tan impositivo”.

Sobre la formación específica como ingeniero civil mecánico, Villavicencio valora especialmente su integralidad: “Tiene casi todas las especialidades de la ingeniería incorporadas dentro del estudio de la carrera”. Esta visión holística le ha sido fundamental: “Nunca me he encontrado con un desafío técnico y de gestión que me haya dejado con la impresión de que no entendía nada. También, en los distintos cursos que hice, había una gran promoción por el trabajo en equipo, por lograr integrar a las personas. En el negocio de la energía eso es clave”, concluye.