El Museo de Artes Visuales (MAVI), a través del Premio MAVI UC LarrainVial Arte Joven busca visibilizar la creación artística para aportar al contexto artístico nacional, premiando la creatividad e innovación de artistas emergentes de nuestro país. En esta XVIII versión, tres egresadas del Departamento de Artes Visuales (DAV) de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile fueron destacadas: Emilia Costabal, Caroline Villena y Taina Villalobos.
Emilia Costabal: máscaras, identidad y autoexhibición
La artista Emilia Costabal, egresada del DAV, junto a Martina Citarella (integrantes del colectivo Grupo Campotraviesa), obtuvo el Premio MAVI UC 2025 con la obra Autorretrato. “Es una videoinstalación interactiva que emula un set fotográfico en el que están instaladas 16 máscaras de papel maché pintadas al óleo. Frente a éste está instalada una pantalla con un video en tres capítulos; para poder ver este video, el público tiene que entrar en el ‘set’ y sentarse entre las máscaras, pasando de esta manera a ser observado desde afuera por el público circundante como parte de la obra. Las máscaras, hechas a partir de moldes de nuestras caras, reproducen nuestros rasgos (8 veces cada cara) con diferentes expresiones. En el video, hacemos diferentes ejercicios en los que usamos estas máscaras sobre nuestras caras para abordar temáticas relacionadas a la auto-exhibición y a la construcción de la identidad”, cuenta Emilia.
El proyecto surgió durante el Programa Educativo SOMA (Ciudad de México, 2022-2024). “Este programa, concebido como un espacio para la discusión y reflexión crítica para artistas emergentes, nos llevó a un lugar de profunda introspección, en cuánto nos incitaban a pensar y discutir reiteradamente a propósito del ‘lugar de enunciación’ de nuestro trabajo artístico, es decir a la relación entre nuestra identidad y nuestro trabajo y campo de interés. El no tener claridad acerca de una identidad definida desde la cual enunciarnos significó que ambas, en simultáneo, entráramos en una crisis que se vio reflejada en un pánico escénico creciente. De ahí surgió la idea de construir máscaras de nuestras caras para cubrir nuestras caras: máscaras como una suerte de escondite o refugio a la vez que como identidades múltiples que adoptar dependiendo de las circunstancias. Luego de un año de jugar con estas máscaras de diferentes maneras, el proceso desembocó en el aparato que terminó por llamarse Autorretrato”, detalla la artista.
Esta videoinstalación con las 16 máscaras, para Emilia, nace de una imposibilidad de adoptar una identidad fija desde la cual enunciar su propuesta artística. “El no tener claridad acerca de la propia identidad o sentido de pertenencia dificulta bastante el responder a preguntas tales como ¿por qué haces lo que haces? o ¿cómo te sitúas respecto de las temáticas de tu interés?; interrogantes que actualmente son de suma importancia al momento de presentar o argumentar una obra. El hecho de sentirnos impostoras adoptando cualquier bandera nos hizo adentrarnos en un proceso que trata justamente de dilucidar qué es la identidad, cuándo se forma, cuántas aristas tiene, cuál es su capacidad de mutación o adaptación, etc”.
La propuesta, reconocida con el máximo galardón, será exhibida en una muestra individual en el MAVI UC durante 2026 y pasará a formar parte de su colección.
Caroline Villena: la maraña urbana como memoria visual
Por su parte, la obra Marañas (2024) de Caroline Villena Ramírez, también egresada del DAV, obtuvo una mención honrosa en esta XVIII edición del Premio. “Marañas es una instalación textil que consta de cinco paños blancos, los cuales fueron serigrafiados con tinta blanca, cosidos y bordados con diversos hilos negros. Esta obra nace del encuentro fortuito con un poste de luz repleto de cables en la Villa Santa Anita de Lo Prado, lugar en el que me crié hasta los cinco años y que he frecuentado constantemente. Debido a la cotidianeidad y familiaridad con el territorio el estado de aquellos cables me habían pasado desapercibido. A partir de ese momento comencé a recorrer el sector, buscando y fotografiando postes en el mismo estado. Seleccionando cinco de ellos para ser traspasados al textil a través de la serigrafía, y posteriormente intervenidos con hilos negros que recrean y ficcionan la maraña de cables mediante la costura y el bordado, creando así dos marañas en una misma pieza: la del derecho y la del revés”, detalla Villena.
A partir de este levantamiento de material, la artista comenzó a estudiar y representar las distintas partes que conformaron los postes fotografiados. Para ello recurrió a pruebas de serigrafía, costura y bordado, experimentando con diversos formatos, tintas, textiles, tipos de hilos y puntadas. Las líneas generadas con máquina de coser se desplegaron en grosores variables, muchas veces partiendo desde el centro y extendiéndose hacia los bordes del soporte textil.
El bordado, en tanto, Caroline lo utilizó principalmente para otorgar volumen, dejando hilos enredados sobre la superficie de la tela sin atravesarla por completo. De esta manera, la artista encontró en la combinación de costura y bordado un lenguaje visual análogo al comportamiento de los cables eléctricos, capaces de tensionarse, entrelazarse y generar tramas enredadas.
El proceso de obra se extendió por cerca de seis meses, de los cuales los dos últimos se dedicaron intensamente a la producción final: pruebas materiales, confección de los textiles definitivos y ensayos de montaje.
El cruce entre lo visible y lo oculto, una imagen serigrafiada en tinta blanca que solo aparece a contraluz, oculta bajo marañas de hilo, “funciona como metáfora de las dinámicas urbanas, el abandono y la normalización de ciertos paisajes cotidianos. Su estado caótico evidencia dinámicas propias de cómo habitamos el espacio colectivo, de su adaptación o transformación, y, al mismo tiempo, del abandono. Así, Marañas es una obra que invita a cuestionar nuestra relación y reacción frente al entorno cotidiano; a recorrerlo, detenerse y volver a observar aquello que siempre ha estado allí, pero que hemos dejado de notar”, cuenta.
Taina Villalobos: Dormancia, semillas y resistencia
En la XVIII versión del Premio MAVI UC LarrainVial Arte Joven 2025, la egresada del DAV Taina Villalobos Fischer recibió una Mención Honrosa por su obra Dormancia. El proyecto comenzó a gestarse en 2024 durante una residencia artística en Avanzada Sur, donde la artista experimentó vinculando su quehacer como guardadora y cuidadora de semillas con la práctica artística a través de diversos medios. En ese contexto trabajó junto a la artista chilena Paulina Mellado, explorando formas de concebir un catálogo de semillas sin recurrir a números ni palabras, buscando desde el arte nuevas maneras de acercarse al cuidado y propagación de semillas alimentarias. Posteriormente, profundizó en la materialidad de la propuesta y presentó la obra inédita al concurso en 2025.
“Dormancia es un punto de encuentro, una instalación viva en donde se reúne una gran biodiversidad de semillas orgánicas en latencia, las cuales circulan dentro de las fronteras naturales del territorio denominado Chile. Nativas, criollas, silvestres, tradicionales, exóticas y endémicas: las cuales se propagan esperando un lugar propicio entre la cordillera y el mar. Un juego sin reglas y un mapa sin territorios conquistados, que nos invita a observar y reinterpretar las posibilidades que habitan en la pausa, en la resistencia de la quietud aparente”, cuenta Taina.
El proceso de producción de la obra abarcó períodos largos de cultivo y de vinculación vegetal y humana, pero su dimensión material tomó alrededor de tres meses de trabajo. La instalación se compone de arena, madera y 110 piezas cerámicas, materiales orgánicos que permitieron generar una base de colores tenues destinada a resaltar las formas y tonalidades de las semillas.
La artista destaca que muchas de las semillas reunidas son variedades tradicionales en riesgo, que han sobrevivido gracias al cuidado intergeneracional de campesinas y guardianes, resistiendo la estandarización genética y los procesos de industrialización agrícola que han desplazado estas formas de vida a márgenes invisibilizados.