El taller Moda y uniformes: entre la identidad individual y colectiva reunió al artista y académico Alexis Carreño del Departamento de Artes Visuales de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, con estudiantes de vestuario y confección textil del Liceo Técnico de San Miguel, en una actividad organizada por el Museo del Carmen de Maipú. La instancia surgió como una invitación de Carla Miranda, egresada del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Chile, y actual curadora y encargada de mediación del museo, y formó parte del ciclo anual Conviértete en Historiador, que convoca a profesionales de distintas áreas para dialogar con las colecciones de la institución.
La idea del taller se originó a partir de piezas de uniformes militares pertenecientes a la colección del museo y de la arquitectura misma de la basílica que lo alberga, cuyo estilo brutalista se inspira en el manto de la Virgen del Carmen. Desde esa relación entre patrimonio material y simbólico, la actividad propuso un espacio de reflexión en torno al uso del uniforme como dispositivo social y estético.
Durante la charla, el prof. Alexis Carreño abordó la tensión entre el uniforme y la moda, entendida como un campo de fuerzas entre la homogeneización y la expresión individual. “Lo que más me interesó fue la tensión entre los uniformes, no solo militares, sino también de trabajo, escolares, etc, que son usados para controlar, jerarquizar e igualar a quienes los usan; y la moda, que está en el extremo opuesto de la uniformidad ya que busca el cambio constante, la creatividad y la individualidad”, señaló el académico.
Entre los temas tratados destacaron las transformaciones que sufren los elementos de los uniformes militares al ingresar al ámbito de la moda, como las charreteras, alamares o galones metálicos. En palabras de Carreño, “es interesante notar cómo ciertos elementos decorativos de los uniformes militares masculinos pueden desplazarse fluidamente a la indumentaria femenina, lo cual contradice la creencia de que la ropa de hombre es funcional y sin ornamento–incluso en un estamento marcadamente binario como el ejército”.
Asimismo, el diálogo exploró cómo los uniformes de trabajo y deportivos han sido reinterpretados por la industria de la moda, y cómo estas apropiaciones revelan cambios culturales y de género. En particular, se analizó el fenómeno del uso de camisetas de fútbol masculinas por mujeres, interpretado como una práctica que desafía los códigos tradicionales de vestimenta y refleja la ampliación de los roles de género en el ámbito deportivo y social.
Uno de los momentos más significativos de la conversación fue la reflexión en torno al uniforme escolar y su relación con la identidad juvenil. “El uso de uniformes escolares obliga a los estudiantes a abandonar su estilo personal para formar parte de un sistema de regulación educativo. Aunque las normas se han relajado en torno a los uniformes y estos han cambiado a través del tiempo, todavía generan fricción en los estudiantes que ven afectadas su libertad para vestirse como quieran”, explicó el profesor.
Tras la charla, las estudiantes desarrollaron bocetos y propuestas tridimensionales sobre maniquíes, aplicando los conceptos discutidos en el encuentro. El académico destacó su compromiso y creatividad: “Me sorprendió la concentración y entusiasmo con que escucharon la charla y la rapidez y habilidad con que armaron las prendas sobre los maniquíes”.
Para Carreño, esta experiencia también evidencia la creciente relevancia de la moda como campo de estudio cultural y artístico. “Esta actividad da testimonio de la legitimación de la moda como expresión cultural de gran relevancia para la cultura contemporánea”, concluyó.