Hablar de la muerte nunca es fácil, menos aún en el ámbito médico. Sin embargo, en la Escuela de Medicina de nuestra facultad, este curso ha abierto un espacio único para abordar el tema con un enfoque que combina ciencia, legislación y humanidad.
La iniciativa nació de una propuesta del Ministerio de Salud (MINSAL): “En el desarrollo de nuestro trabajo, nos percatamos de que no existía una base de entrega de conocimiento formal sobre el procuramiento y trasplante de órganos ni en la comunidad hospitalaria ni en las universidades que forman futuros profesionales de la salud”, señaló la profesora Paulina Acuña, enfermera y Coordinadora de Procuramiento y Trasplante de la Coordinación Nacional de Donación, Procuramiento y Trasplante de Órganos y Tejidos del MINSAL, además de encargada del curso en cuestión.
Por esta razón, pensaron en la Universidad de Chile como la institución correcta para poner en marcha el proyecto: “Nos parecía lógico que una institución con tanta trayectoria y prestigio en la formación médica fuera la primera en liderar este proceso”, sostuvo la profesora Acuña.
La inquietud fue acogida positivamente por la Escuela de Medicina de nuestro plantel: “Hace dos años y medio se nos acercó el MINSAL con la idea de formar embajadores médicos en esta materia, y aceptamos porque veíamos que podíamos generar un cambio cultural importante”, señaló la doctora Thelma Suau, directora de la mencionada escuela. “Que el MINSAL quiera formar a nuestros estudiantes es un gran plus, porque significa unir a la primera universidad pública de Chile con el estamento sanitario más relevante del país”, agregó
Romper el tabú de la muerte
El electivo contempla clases teóricas y prácticas, con simulaciones de comunicación de malas noticias en el Campus Occidente. “Partimos enseñando el modelo nacional y el marco legal, y abordamos algo fundamental: la comunicación de muerte. Esta competencia es vital no solo para la donación, sino para toda la práctica médica”, explicó la profesora Paulina Acuña.
La docente recalcó el giro que supone esta enseñanza: “Se rompe el paradigma occidental de evitar la muerte. La medicina siempre busca curar, pero también debemos preparar a los estudiantes para acompañar la muerte cuando sea inevitable”.
La doctora Suau coincidió: “En el mundo occidental no se acostumbra tener relación con la muerte. Más bien, solemos evitarla por completo. Particularmente en medicina, la muerte se ve como un fracaso en la labor profesional. Este curso rompe ese esquema, enseñando a entender la muerte como un proceso más, la única certeza de la vida”, afirmó.
La recepción del electivo por parte de los estudiantes ha sido positiva, y su convocatoria ha ido en aumento. “Hemos ido de menos a más: partimos con 23 alumnos y hoy tenemos 35, que es el máximo permitido”, indicó la coordinadora del MINSAL. “Los jóvenes se entusiasman con el tema, porque es contenido que no es abordada en otros ramos. En especial, destacan las clases prácticas que realizamos en Campus Occidente, con simulaciones de comunicación de muerte y donación”, agregó.
Además, puso énfasis en la motivación estudiantil: “Los alumnos muestran ganas de participar, se entusiasman con los casos simulados y aportan reflexiones tan valiosas que incluso estamos recopilando sus ensayos para futuras publicaciones”.
La formación en la temática no solo mejora las competencias médicas, también favorece la donación: “Los médicos con buena preparación en la entrega de malas noticias logran que las familias accedan a la donación de manera más segura y convencida”, señaló la profesora Acuña.
Sobre lo mismo, la doctora Thelma Suau añadió: “Queremos que nuestros estudiantes sean agentes de cambio, capaces de desmitificar lo que rodea la donación y transformar las comunidades hospitalarias y extrahospitalarias”.
Además, la diversidad docente enriquece la experiencia: “Participan especialistas de distintas áreas, algunos que ven en el trasplante una verdadera vocación”, resaltó la directora.
Un futuro en expansión
Respecto del carácter electivo del curso, la profesora Paulina Acuña destacó: “Que no sea parte de la malla obligatoria nos permite abordar el tema en mayor profundidad y llegar a más personas realmente interesadas en el área, y esos futuros profesionales serán capaces de concientizar a sus compañeros en sus respectivos lugares de trabajo”.
En esa misma línea, la doctora Thelma Suau señaló: “Este curso es uno de los 21 electivos profesionales disponibles para alumnos de tercer y cuarto año de la Escuela de Medicina, y queremos que se mantenga en el tiempo”.
El programa se dicta cada viernes por la tarde e incorpora la participación de especialistas invitados. “Nuestra última visitante fue Camila Rojas, jefa de la Coordinación Local de Procuramiento de Órganos y Tejidos del Servicio de Salud Metropolitano Centro y Posta Central”, comentó la profesora Acuña.
Mirando hacia adelante, ambas instituciones proyectan ampliar la experiencia a otras disciplinas: “Por ahora seguimos enfocados en los estudiantes de medicina, pero queremos en algún momento integrarlo a la formación de enfermería, que es pilar fundamental del modelo de procuramiento”, sostuvo la coordinadora de procuramiento y transplante.
Finalmente, la doctora Thelma Suau recalcó el impacto esperado en la práctica clínica: “Queremos que este curso forme generaciones capaces de cambiar la cultura médica en Chile. En pocos años veremos a estos egresados pesquisando donantes y comunicando muerte de manera humanizada, y estoy segura de que marcarán una diferencia en los hospitales del país”.