Innovación en simulación clínica

Fantoma de punción venosa: La experiencia que lo cambia todo

Fantoma de punción venosa: La experiencia que lo cambia todo
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El profesor Cristian Pérez, director de la Escuela de Enfermería, presentó el nuevo fantoma a las autoridades de la FMUCH y la FAU.
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La vicedecana de la FAU, profesora Carmen Castro. A su lado, el profesor Pablo Domínguez, encargado del proyecto desde la FAU, y el doctor Boris Marinkovic, subdirector académico de la FMUCH.
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Una de las alumnas de tercer año de enfermería probando por primera vez el fantoma para una extracción de sangre.
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La piel del fantoma desarrollado en la U. de Chile ofrece una textura muy similar a la real y puede ser creada en diferentes tonos para simular distintas edades y orígenes étnicos.
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“El fantoma ofrece la experiencia de la punción. Cuando ingresa la aguja al lumen de la vena, esa sensación se replica, y eso es lo que queremos que adquieran nuestros estudiantes: experiencia práctica”, señaló el profesor Pérez.
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El doctor Boris Marinkovic experimentó de primera mano el funcionamiento del fantoma, realizando una extracción sanguínea durante la experiencia práctica.
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La profesora Marcela Díaz, directora de pregrado de la FMUCH, también realizó la punción venosa, experimentando de primera mano la alta calidad del fantoma.

Este dispositivo, que ya había sido presentado oficialmente en julio pasado, busca optimizar la adquisición de experiencia técnica durante la formación de futuros profesionales de la salud y marca un hito en la colaboración interdisciplinaria entre nuestra facultad y la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU).

Con el objetivo de vivir la experiencia de uso en primera persona, autoridades de la FMUCH y la FAU se reunieron en el Campus Occidente en una actividad que incluyó una exposición sobre el trabajo realizado, presentada por el profesor Cristian Pérez, director de la Escuela de Enfermería. Posteriormente, presenciaron la práctica de estudiantes de tercer año de enfermería, quienes utilizaron el fantoma para aprender a realizar extracciones de sangre. Finalmente, las propias autoridades tuvieron la oportunidad de probar el fantoma y experimentar directamente su funcionamiento.

“Históricamente, la adquisición de experiencia práctica en las actividades de pregrado en salud ha sido uno de los principales desafíos de la formación de futuros profesionales del área, debido a la limitada disponibilidad de campos clínicos y a la necesidad de resguardar la seguridad de los pacientes”, señaló el profesor Pérez durante la bienvenida a la actividad.

En este contexto, “la simulación clínica se ha consolidado como una herramienta clave para que los y las estudiantes desarrollen habilidades en un entorno seguro y controlado”, agregó.

Bajo esta premisa, “el innovador modelo de punción venosa que creamos en conjunto con la FAU, busca transformar la enseñanza práctica mediante un dispositivo realista, sustentable y accesible”.

En palabras del profesor Pérez, este fantoma es el resultado de “la unión entre educación, enfermería y diseño”, fruto de un año y medio de trabajo colaborativo, y surgió de la convicción de crear soluciones “inteligentes y en casa” frente a la escasez de recursos y el alto costo de los modelos comerciales. El desarrollo del proyecto no solo reunió a académicos, sino también a estudiantes de diseño que participaron durante sus seminarios de título, aportando con el levantamiento del estado del arte y la creación de prototipos.

“Yo me atrevería a decir que los fantomas que existen en el mercado en su totalidad tienen una piel que es completamente plástica y que se queda pegada a los dedos incluso cuando uno intenta puncionar”, señaló el profesor Pérez. Por el contrario, la piel del fantoma desarrollado en la U. de Chile —bautizado inicialmente como El Sándwich por su tejido subcutáneo y piel superpuesta— ofrece una textura muy similar a la real y puede ser creada en diferentes tonos para simular distintas edades y orígenes étnicos.

Un fantoma único en su tipo

La fidelidad técnica fue clave en el desarrollo: “El fantoma ofrece la experiencia de la punción. Cuando ingresa la aguja al lumen de la vena, esa sensación se replica, y eso es lo que queremos que adquieran nuestros estudiantes: experiencia práctica”, subrayó el director de escuela. El modelo incluye flujo de sangre y permite practicar no solo la extracción, sino también la instalación de vías venosas.

Al respecto, la profesora Claudia Arancibia, directora del Centro de Habilidades Clínicas (CHC) de la Facultad de Medicina, presente en la reunión, señaló que “estamos viendo no solo un producto funcional, sino una colaboración interdisciplinar de alta calidad. Este dispositivo abre posibilidades hacia simulaciones híbridas, en las que un paciente simulado interactúe con el estudiante mientras porta la prótesis”

Además de su realismo, el fantoma es sustentable y accesible. Fabricado con materiales biodegradables y piezas modulares, su costo es cercano a 30 mil pesos, frente a los más de 600 mil pesos que alcanza un modelo comercial de calidad similar. “Yo puedo de manera modular separar absolutamente todas las partes, y si la piel se gasta, la boto a la basura porque es biodegradable”, señaló el profesor Cristian Pérez.

Valor académico e institucional

El doctor Boris Marinkovic, subdirector académico de la Facultad de Medicina, afirmó que este es un ejemplo de innovación educativa con gran proyección: “Creo que es un proyecto supe simbólico de lo que se debe hacer en la educación superior: interdisciplina, evaluación concreta de capacidades y validación científica de los modelos”.

Por su parte, la profesora Marcela Díaz, directora de Pregrado de nuestro plantel, coincidió en el valor pedagógico: “Esta colaboración interdisciplinaria permite que estudiantes tengan una experiencia realista previa al contacto con pacientes, lo que los hace llegar más seguros y mejor preparados”.

Asimismo, reforzó la relevancia de la experiencia al señalar que esta colaboración interdisciplinaria permite que dos disciplinas se introduzcan en el campo de la otra: “En particular, quiero destacar el aporte de los y las estudiantes de diseño participantes, quienes al vincularse con el área de la salud —un ámbito hasta entonces desconocido para ellos— contribuyen a generar soluciones pedagógicas que favorecen el aprendizaje práctico y ayudan a enfrentar las dificultades de acceso a los campos clínicos, ofreciendo a nuestros estudiantes de la Facultad de Medicina una experiencia más cercana a la realidad”.

Desde la FAU, la profesora Carmen Castro, vicedecana, subrayó que este trabajo fortalece el vínculo entre áreas que tradicionalmente no colaboraban: “Un estudiante que pueda estar más tranquilo en su práctica profesional es un avance gigantesco en lo cualitativo. Estamos abiertos a seguir avanzando con proyectos conjuntos”.

La profesora Gedman Guevara, subdirectora del Departamento de Enfermería, destacó el liderazgo del profesor Cristian Pérez y de su contraparte en la FAU, Pablo Domínguez, así como el espíritu de equipo que hizo posible el proyecto: “Ver materializada esta idea en un fantoma de tan alta calidad es un tremendo aporte, no solo en la práctica, sino también como un impulso hacia el futuro. Felicidades al equipo y, en especial, a Cristian, que en su rol de director de escuela le puso muchas ganas y mucho empeño a esto”.

Finalmente, el profesor Pablo Quiroga, subdirector de Pregrado de la Facultad de Medicina, destacó la oportunidad de expandir estas iniciativas: “Estamos en una ventana de oportunidades muy buena. Desde la innovación y la colaboración abierta, este trabajo puede ser un motor para ambas facultades”. Y agregó: “Creo que iniciativas como esta son tremendamente fundamentales para el desarrollo de nuestra universidad”.

Mirando hacia el futuro

Actualmente, el fantoma está en proceso de inscripción de propiedad intelectual, y entre las ambiciones a largo plazo del equipo, se proyecta la intención de crear un laboratorio de desarrollo creativo interdisciplinario entre la Facultad de Medicina y la FAU: “Nuestra meta es llegar a tener un laboratorio que entregue soluciones desde la Universidad de Chile para la Universidad de Chile”, compartió el profesor Cristian Pérez.

Agregó además: “Nuestro foco actual es satisfacer al cliente interno —los estudiantes de enfermería—, pero lo ideal sería extender este servicio a toda la Facultad de Medicina”.

La demostración del uso de este fantoma confirma el éxito de una innovación que aspira a transformar la enseñanza en salud con un enfoque colaborativo, sustentable y de calidad.