Los medios de comunicación global y la rapidez con que estos han crecido han sido una herramienta valiosa para la humanidad, pero, también se han convertido en un arma de doble filo. Las fake news, los terraplanistas, los antivacunas, los negacionistas científicos, todos ellos y muchos más, han decido tomar información falsa y aferrarse a ella, sin tomar en cuenta los conocimientos científicos verídicos, y esparcirla a través de distintos canales, el más poderoso, las redes sociales.
¿Cómo se combate? Es la pregunta que muchos periodistas nos hacemos y entre ellos está la española Gema Revuelta, directora del Centro de Estudios de Ciencia, Comunicación y Sociedad de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), quien visitó la Universidad de Chile para entender cómo se está haciendo divulgación científica y cómo se combate la desinformación.
- ¿Cómo crees que se puede combatir la desinformación?
En primer lugar, deberíamos intentar prevenirla, pero eso es muy difícil porque, no nos engañemos, detrás de muchas desinformaciones, hay unos lobbies empresariales tremendos, hay unos intereses económicos brutales, entonces es muy difícil hacer que no exista, pero sí que podemos intentar prevenirla lo máximo, lo máximo posible, sobre todo intentando que la ciudadanía, que la gente de a pie, como tú y como yo, cuando recibimos un mensaje determinado y tenemos alguna sospecha sobre su procedencia o decimos ’uy, es demasiado exagerado’, hay que pensar un poco antes de difundirlo, esto para empezar. También hay sistemas de verificación que deberíamos consultarlos, etcétera, pero sobre todo, a mí lo que me gustaría dejar más claro, es que la mejor manera para contrarrestar el efecto de la desinformación, es informar, y para informar necesitamos, por una parte, muy buenos comunicadores, buenos periodistas, buenos medios, grandes plataformas recursos, que estos nos los han de facilitar las instituciones, pero también la ciudadanía debe implicarse un poco más en recibir buena información y luego, sobre todo, convencer a los científicos y a las científicas de que tienen que estar en la calle, tienen que hablar en público, tienen que explicar todo el resultado de su investigación.
- ¿Cómo se logra que las y los científicos salgan más a la calle?
Hay de todos los perfiles, hay muchos de ellos que dicen ‘venga, sí’ o incluso ellos mismos les gusta y tienen en su móvil teléfonos de periodistas y cuando ellos publican algo van directamente a sus periodistas y se lo dicen. Nosotros hace unos años hicimos un estudio sobre las percepciones de los científicos acerca de la comunicación y lo que veíamos es que hay un porcentaje muy alto de científicos que entiende que la comunicación pública también es responsabilidad de ellos, o sea, en números, estadísticamente, era una encuesta de 1.500 investigadores y un 60% veía muy claro que ellos deben participar en la comunicación. ¿Cómo convencerles? pues es que la realidad es esta, si ellos no están, otro vendrá a explicar alguna barbaridad que no tenga no tenga sentido, que sea arriesgada o incluso otro vendrá, otro investigador, que explicará que su línea de investigación es mucho más importante que la tuya, entonces tienes que estar primero porque es un deber democrático, si tú tienes el conocimiento no lo puedes ocultar y los demás no lo podemos hacer por ti, incluso los periodistas y los comunicadores no podéis hacer por vuestra cuenta, necesitamos a los científicos: Yo no puedo hacer comunicación si no tengo un científico que me explica lo que ha hecho, cómo lo ha hecho, cuáles son sus resultados y el científico solo también puede comunicar, pero le va muy bien cuando lo hace de la mano de un periodista.
- ¿Hace falta también que los medios de comunicación se involucren más en la comunicación científica?
Hay un típico falso mito que desde que me dedico a la comunicación científica, desde hace 30 años, se dice en los medios de comunicación, los directores de medios de comunicación, que la ciencia no interesa, pero entonces les les dices ‘’y la salud te interesa, sí, la salud sí. Y el cambio climático, esto también, y la nutrición, sí también. Y las tecnologías. Y ahora suma todo y añade algunas cosas que tengan que ver con el concepto un poco más clásico de la ciencia, los restos de dinosaurio o los astros, suma todo y verás que seguro es el tema que más interesa, lo que pasa es que la gente no le llama ciencia, a la gente lo que le interesa es que le expliquen cosas sobre enfermedades, sobre el tratamiento, porque la palabra ciencia de entrada no es muy sugestiva, pero sí, todo lo que comporta en la investigación científica.
- ¿Cómo evaluamos el comportamiento de las redes sociales al momento de comunicar y divulgar la ciencia? ¿Es un arma de doble filo?
De entrada, no enfrentarse a los que difunden el discurso del odio y la negación total a la razón y a la ciencia, no vale la pena porque no consigues nada y además ellos van a chillar más y además van a tener mucho más protagonismo en redes, pero sí que lo que hay que hacer es estar bien visible y estar muy muy presente y con muchos medios y una buena comunicación. Al final muchos científicos no tienen visibilidad no porque ellos no quieran sino porque no saben cómo hacerlo. A mí, por ejemplo, muchas veces de proyectos, de grandes proyectos de investigación, ellos hacen todo el proyecto, invierten muchísimo dinero en el proyecto, publican muchos papers, muchos artículos, y luego hacen una web artesanal, abren una cuenta en no sé qué red, pero tampoco hacen una comunicación efectiva.
A mí la que más me preocupa es Twitter o X, como la queramos llamar, porque hasta ahora ha sido la red principal del periodismo, de la información, pero con todas estas nuevas políticas de Elon Musk, lo que él pretende es que los medios de comunicación no estén visibles en su red, que los científicos no estén visibles en su red y que en su red esté visible todo este discurso que a él le interesa y que no tiene nada que ver con la razón y con lo que nosotros queremos difundir, por tanto, tenemos que ir a redes alternativas y entre todos luchar para que no le salga bien la jugada a estos sectores.