El primero, Cuando la Tierra Habla, narra la historia de Niko, un niño curioso que tras vivir un temblor comienza a preguntarse por qué los terremotos afectan más a unas personas que a otras. El cómic invita a reflexionar sobre el rol de la naturaleza y, sobre todo, de las decisiones humanas en la construcción de la vulnerabilidad.
El segundo, Lo que se Protege con Palabras y Memoria, con portada de la ilustradora Zarina Kelly, retrata cómo una comunidad costera huilliche enfrenta los desastres socionaturales a través de saberes ancestrales, organización comunitaria y prácticas culturales. Desde la voz de mujeres cuidadoras, se visibiliza cómo estos conocimientos han sido históricamente excluidos de los planes oficiales de emergencia.
Un trabajo colaborativo
La iniciativa se gestó en el curso electivo Geografías participativas: investigación, acción y divulgación comunitaria, impartido por el profesor Pedro Palma del Departamento de Geografía de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, con el apoyo de la ayudante Catali Milla. También participaron estudiantes de Pedagogía en Historia y Geografía de la UCSH, guiados por la profesora y geógrafa Gricel Labbé.
Sobre la experiencia, el profesor Palma destacó que “significó congeniar y compartir saberes, métodos y técnicas de manera colaborativa. El objetivo fue construir un producto codiseñado que respondiera a necesidades surgidas desde los territorios y, a la vez, se adaptara a las exigencias pedagógicas de los futuros profesores”. El proyecto, explicó, responde a una doble carencia: la limitada enseñanza de la geografía en contextos escolares y la necesidad de acercar al aula las epistemologías contemporáneas trabajadas en las universidades, que trascienden las visiones tradicionales del paisaje.
Por su parte, Catali Milla Chacón destacó que "la activación de las redes entre perspectivas curriculares y metodológicas entre ambas universidades permitió evidenciar el rol de la universidad en la vinculación territorial. Desde el aula, el desarrollo del cómic como herramienta participativa aplicada en torno a conceptos, generó puentes en estas dos comunidades. Su vivencia permitió que el trabajo semestral no sólo les enseñara de conceptos, sino que también el diálogo sostenido abrió reflexiones de sí mismos y sus roles en sus respectivas comunidades. Fue enriquecedor para todos y todas".
Reconocimiento a saberes ancestrales
Uno de los aportes centrales de los cómics es el reconocimiento de los saberes comunitarios y ancestrales en la comprensión de los riesgos de desastre. Estos diálogos, enriquecidos con miradas feministas e indígenas, permitieron crear materiales pedagógicos más inclusivos y con pertinencia territorial. “Los futuros profesores detectaron que estos contenidos aparecen de forma fragmentada en el currículo escolar, o bien están ausentes. Por eso, los cómics se enfocaron en esos vacíos, para acercar a los estudiantes una geografía más crítica, diversa y situada”, agregó Palma.
Disponible para todo público
Los cómics ya están disponibles en línea de manera gratuita y se espera que puedan ser incorporados en colegios, hogares y espacios comunitarios. El objetivo es claro: difundir la geografía de forma más cercana, accesible y lúdica, al servicio de la preparación y la resiliencia comunitaria frente a los desastres socionaturales.
Accede al material en este enlace: Material Pedagógico