Entre el 30 de septiembre y el 29 de noviembre de 2024, el Centro de Derecho Ambiental de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile recibió como pasante a la estudiante francesa Léa Braillon, Máster en Derecho Internacional Público –con major en Derechos Humanos– de la Universidad de Utrecht (Países Bajos) y Bachelor en Derecho Internacional y Psicología.
En entrevista junto a Mariana Álvarez –ayudante del Centro de Derecho Ambiental–, Léa comparte su experiencia, desafíos y aprendizajes en el Centro de Derecho Ambiental.
¿Cómo llegaste a la pasantía en el Centro de Derecho Ambiental en Chile?
Encontré al CDA por LinkedIn, es muy conocido en Chile y tiene una buena reputación, lo cual me atrajo. Decidí postular por mi cuenta, ya que la pasantía no fue gestionada a través de mi universidad. Al principio, me contacté directamente con una profesora que trabaja en el Centro, quien me dio más detalles sobre el proceso y las expectativas. En Francia, la práctica profesional en el ámbito académico se hace de forma más independiente. En mi caso, no era posible realizar una pasantía mientras estudiaba, y después de terminar mis estudios, me resultó difícil encontrar una oportunidad sin el respaldo de la universidad. Así que, tomar la iniciativa por mi cuenta fue una opción viable.
¿Qué te motivó a postularse para esta pasantía en el Centro de Derecho Ambiental?
Mi principal motivación fue obtener una nueva perspectiva sobre el ámbito universitario, especialmente en el lado de los estudiantes, pero también en el mundo académico en general. Sentí que trabajar desde una institución de investigación me permitiría aprender mucho más sobre el Derecho Ambiental, un área que no tuve la oportunidad de explorar profundamente durante mis estudios previos. Esta pasantía me brindó la oportunidad de conocer el Derecho Ambiental desde una óptica más práctica y de investigación, lo cual fue muy atractivo para mí.
¿Cómo fue la adaptación al equipo y la cultura de trabajo en un centro de investigación en un país extranjero?
Al principio, fue un poco difícil adaptarme. No estaba completamente cómoda con el español, especialmente para expresar mis ideas con claridad, lo cual me generó un poco de inseguridad. Sin embargo, la recepción del equipo fue extremadamente cálida y me ayudó mucho a integrarme. En cuanto a la cultura de trabajo, no me pareció tan diferente a lo que estaba acostumbrada. La principal diferencia radicaba en los horarios, ya que en Chile los turnos y las jornadas laborales son un poco más largos que en mi país. Pero más allá de eso, la forma de trabajar y las expectativas.
¿Hubo alguna tarea o proyecto en particular que te resultó especialmente desafiante o interesante?
Uno de los principales desafíos que enfrenté fue la falta de conocimiento sobre las normativas y el marco legal chileno, especialmente en lo que respecta al Derecho Ambiental. Sin embargo, encontré que participar en las V Jornadas del Régimen Jurídico de las Aguas fue una de las experiencias más interesantes. Este evento me permitió entender la complejidad detrás de la organización de una jornada de este tipo, así como escuchar las ponencias de expertos sobre temas muy variados. Además, pude involucrarme en el análisis de los planes sectoriales y observar cómo se implementan a nivel nacional. Fue fascinante ver cómo la teoría del Derecho Ambiental se refleja en la práctica y cómo se gestionan estos temas en un contexto específico como el chileno.
¿Qué impacto crees que tuvo tu trabajo en el centro o en los proyectos de investigación en curso?
Aunque no creo que haya tenido un impacto directo en los resultados o conclusiones de los proyectos de investigación, creo que mi aporte fue valioso en términos de apoyo. Ayudé en varias tareas que facilitaban el trabajo diario del centro, y aunque no estuve directamente involucrada en la toma de decisiones importantes, sentí que mi ayuda fue apreciada y que contribuyó a que las actividades se desarrollaran de manera más fluida.
¿Tuviste que investigar sobre leyes o normativas que eran completamente nuevas para ti? ¿Cómo abordaste esta adaptación?
Sí, definitivamente tuve que investigar mucho sobre las leyes y normativas chilenas, ya que no estaba familiarizada con ellas. Mi formación está más orientada al Derecho Internacional, en particular a los derechos humanos, por lo que fue un proceso de aprendizaje constante. Para adaptarme, me apoyé mucho en las fuentes legales disponibles, así como en los colegas más experimentados que me orientaron. Fue un reto, pero me permitió expandir mis conocimientos en áreas que no había explorado antes.
¿Hubo algún aspecto del derecho ambiental del país donde trabajaste que te sorprendió o te hizo reconsiderar enfoques que conocías de tu país?
Lo que más me sorprendió fue la importancia que se le da a la biodiversidad y cómo el Derecho Ambiental chileno tiene en cuenta la riqueza natural del país. En Europa, no estamos tan acostumbrados a pensar en estos términos, ya que la biodiversidad no es tan diversa o rica como en Chile. Me llamó la atención cómo las normativas se adaptan para proteger estos ecosistemas tan diversos, lo que me hizo reconsiderar la forma en que en mi país se abordan ciertos problemas ambientales. Además, la Ley Marco de Cambio Climático fue un tema que encontré muy interesante, ya que en Europa aún estamos en etapas de implementación de leyes similares y me permitió reflexionar sobre las diferentes aproximaciones a los mismos problemas.
¿Qué consejo le darías a alguien que quiera hacer una pasantía en un centro de investigación internacional en Derecho Ambiental, especialmente si viene de otro país?
Es una excelente oportunidad para conocer nuevas perspectivas del Derecho y para entender cómo se aplica a nivel comparado. Es una experiencia enriquecedora que te permite adentrarte en un contexto legal diferente y aprender sobre cuestiones que quizás no habías considerado antes. También es importante estar abierta a cualquier tipo de tarea que se te asigne, ya que todo aporta algo a tu formación. Si no eres fluido en el idioma, como fue mi caso con el español, es fundamental tener las ganas de mejorar y adaptarse, ya que el trabajo y la cultura del país pueden ser muy diferentes. Hablar con personas de otras partes del mundo también es una experiencia fascinante, ya que puedes aprender no solo de su conocimiento académico, sino también de su visión sobre los problemas globales.
¿Qué es lo que más te gustó de la pasantía?
Lo que más me gustó fue vivir en Chile y experimentar el contexto cultural y social del país. En cuanto al ámbito profesional, pude entender los temas más actuales del Derecho Ambiental en Chile y cómo se están enfrentando los retos locales. Además, la pasantía me permitió ampliar mi perspectiva sobre el Derecho Ambiental, especialmente en cuestiones que no se abordan tanto en Europa, como los derechos de los pueblos indígenas. Fue una excelente oportunidad para conocer problemas legales que, aunque sabía que existían, no entendía a fondo desde una perspectiva legal. Sin duda, fue una experiencia que amplió mis horizontes, tanto a nivel profesional como personal.
En los últimos años, el Centro de Derecho Ambiental también ha recibido como pasantes internacionales a la estudiante italiana, Marianna Galantucci; a la estudiante francesa, Marie-Sara Bouloumou; al estudiante de doctorado de la Universidad de Bremen, Pedro Silva Sánchez; a la internacionalista española, Guadalupe Jiménez Blasco; a la estudiante francesa, Julie Cazou, y a la abogada argentina, Sol Meckievi.