Del Centro Cultural Playa Ancha

Luis Aguilar: “Las organizaciones deben tener siempre un espacio de diálogo”

“Las organizaciones deben tener siempre un espacio de diálogo"

Con más de veinte años de experiencia, lleva bajo su alero la recuperación de un sitio eriazo convertido en el Parque Violeta Parra y la creación de la fiesta cultural Carnaval Mil Tambores, que con ritmo, colores y música, ilumina la región de Valparaíso cada primera semana de octubre. Por su trayectoria y aporte a la comunidad, el Centro Cultural Playa Ancha es una de las 65 organizaciones del país que fueron parte del Encuentro Nacional e Internacional de Puntos de Cultura Comunitaria, llevada a cabo en la región del Ñuble.

Uno de sus representantes, Luis Santiago Aguilar, recalcó en esta entrevista la importancia de no perder de vista el foco comunitario de la política pública que ha sido promovida por distintos agentes culturales para democratizar las prácticas culturales en los territorios. En ese sentido, valoró las instancias de diálogo que aportan a la colaboración y aprendizaje. “Siempre es importante que se den instancias de diálogo, cooperación y de intercambio de ideas en torno a lo que estamos haciendo y lo que queremos para el futuro. Pero lo más relevante es que las organizaciones deben tener sus propios canales y sus propias instancias de reunión”, expresó. 

- ¿De qué consta su trabajo desarrollado en el Centro Cultural Playa Ancha?

El trabajo comunitario en general consiste en hacer todo o de todo, desde la jardinería, el aseo hasta la gestión de proyectos en que es el ámbito en el que se desarrolla, por lo menos en nuestro caso, los pintores o los activistas que trabajamos en nuestro centro cultural. Estamos disponibles a todas las tareas aquí.

- ¿Y cómo lograron constituirse como punto de cultura?

Somos una organización cultural comunitaria que tiene más de 25 años de vida. Puntos de Cultura es una política pública que viene a reconocer el trabajo que se ha desarrollado en la comunidad y los territorios durante muchos años y que de alguna manera es o ha sido, digamos, la menos beneficiada de la política pública.

Puntos de Cultura también es una política pública que ha sido impulsada, promovida por organizaciones culturales. Nosotros participamos en el programa de gobierno del Presidente Boric para que en ese programa se instalase esta política pública y fuera parte del gobierno. Por lo tanto, nuestra participación en Puntos de Cultura es desde la promoción, muchos años llevamos promoviendo la necesidad de esta política pública y hoy día, por cierto, también formamos parte como socios del Estado en la actividad cultural comunitaria.

- Me dice que el trabajo comunitario cultural ha sido de 25 años en el centro cultural. ¿Cuáles fueron algunas de sus motivaciones para comenzar este proyecto?

Para nosotros la motivación central tiene que ver con crear una cultura comunitaria que fuera capaz de democratizar la actividad cultural, artística y generar una cultura democrática también. Esa ha sido la principal motivación. Por una parte es democracia cultural, es decir, poner en circulación nuestras propias producciones artísticas y culturales y llevar a algunas comunidades actividades artísticas y sociales para su desarrollo y promoción de mejor calidad de vida.

- ¿Y cómo surge esta idea de realizar mil tambores desde el centro cultural?

En el año 1999 surge como una demanda social comunitaria de tener espacios públicos para el arte y la cultura, como una manifestación para que se recuperase un espacio que había sido enajenado por los militares y luego vendida a privados, un terreno que era público. Así surge y se mantiene en el tiempo, puesto que esta demanda y esta exigencia por el derecho a la cultura es una necesidad y es un deber que nosotros sigamos manteniendo esta exigencia en la calle a través del arte y la creación, el baile y la música.

- ¿Cuáles son algunos de los desafíos a los que se han enfrentado y cómo los han superado para llevar a cabo mil tambores?

Quizás la mayor dificultad que hemos tenido tiene que ver con la incomprensión de algunas autoridades. Y respecto de la importancia que tiene el que el Estado, en cualquiera de sus partes o gobierno local, nacional; sean oportunos a la hora de colaborar en este tipo de actividades. Y la única manera en que nosotros hemos superado esa dificultad de que el apoyo sea oportuno y eficiente, es con la autogestión, la colaboración y cooperación entre las propias organizaciones culturales.

- ¿Cuál ha sido el aprendizaje que han tenido en este trabajo colaborativo entre el Estado y otros puntos de cultura?

Hemos tenido un aprendizaje en el sentido de saber colaborar para que el Estado comprenda la particularidad y la importancia de lo que son los puntos de cultura, de lo que es la cultura comunitaria. Y ese aprendizaje ha tenido que ver con saber que el Estado tiene una velocidad y un tiempo en que no siempre puede avanzar con la velocidad y los tiempos que nosotros precisamos o creemos que tienen cierta urgencia.

Respecto de los aprendizajes con otros puntos de cultura, como le digo anteriormente, nosotros somos una organización que tiene mucho tiempo y la actividad colaborativa es algo que forma parte de nuestra esencia y parte fundamental de nuestra gestión. En ese sentido siempre se está aprendiendo a trabajar con la diferencia que es uno de los más grandes desafíos con aquellos que tienen perspectiva distinta, miradas diferentes de cómo hacer las cosas y la disponibilidad a todas ellas es nuestro principal desafío en el aprendizaje, que es constante y es continuo.

- ¿Cuáles serían los aspectos más positivos que usted destacaría?

Yo creo que el aspecto más positivo en este momento es que, por una parte, el Estado ha empezado a comprender la importancia y el rol que cumple la cultura comunitaria, las organizaciones de cultura comunitaria. Y también yo creo que en el campo de las organizaciones comunitarias o puntos de cultura es muy diverso lo que vamos a encontrar ahí. La verdad es que creo que lo más importante es que comprendan la importancia de lo político dentro de la perspectiva política y transformadora que tienen como responsabilidad los puntos de cultura.

- ¿Qué le parece que existan espacios de diálogo, como será el Encuentro Nacional e Internacional de Puntos de Cultura?

Siempre es importante que se den instancias de diálogo, cooperación y de intercambio de ideas en torno a lo que estamos haciendo y lo que queremos para el futuro. También un pequeño balance de lo que hemos realizado, tanto desde la perspectiva autonómica y en cómo se ha desarrollado la política pública de Puntos de Cultura.

En este momento hemos hablado de puntos de cultura, pero el inicio de este programa es Puntos de Cultura Comunitaria. Creemos que esta política pública en particular estaba diseñada para el desarrollo de la cultura comunitaria. Ese es un tema importante y por lo tanto ese eje y ese énfasis no debiera perderse en el tiempo. Puede parecer como un detalle, que va a ir desapareciendo lo comunitario, pero es justamente lo contrario, que es lo que no tiene que desaparecer.

Pero lo más relevante es que las organizaciones deben tener sus propios canales y sus propias instancias de reunión. Porque lo que nos mueve o lo que nos debiera mover a nosotros, es el desarrollo de una agenda político cultural autónoma para la transformación y no solamente los beneficios, o no, que tengamos de una política pública. 

- ¿Qué podría destacar de las actividades culturales que ustedes realizan como Centro Cultural Playa Ancha junto a las comunidades?

Creo que lo que podemos destacar es la pertinencia de nuestras actividades con las comunidades en las que trabajamos. Es decir, cuál es el rol que nosotros queremos cumplir. Si nosotros queremos cumplir un rol transformador, aportar con una perspectiva, con una idea de cuál es la cultura que una sociedad en crisis como la que vivimos, requiere nuestra humanidad. Estamos viviendo un ciclo histórico de cambio civilizatorio de alto riesgo, donde la guerra, la violencia y se stalkea como si fuese algo lejano a nuestras vidas o se naturaliza la crisis, la tragedia medioambiental como si fuera algo que tiene que suceder de manera natural y en la cual no pudiésemos tener mayor incidencia.

Esta crisis de cambio climático, de guerras, violencia hacia las comunidades, minorías, migrantes, cuál es el rol que en esa sociedad — en este estado de cosas— cumplen las organizaciones culturales comunitarias es la pregunta que tenemos que hacernos y ese es el trabajo que tenemos que desarrollar en nuestras comunidades culturales comunitarias. Principalmente convocar a nuestras comunidades a preguntarse, hacer una pregunta: ¿cómo llevamos adelante esta crisis?

- ¿Qué mensaje le enviaría a las futuras generaciones en relación a la importancia de la cultura?

No soy bueno para los mensajes. Sean buenas personas, no robar, no mentir y no ser flojo. El mar y las montañas, los bosques son hermosos y vale la vida, vale la pena disfrutar del amor y del trabajo entre compañeros y compañeras en la vida comunitaria y colaborativa, que es quizás la más importante oportunidad que tenemos para seguir viviendo y disfrutando de esta naturaleza que nos acompaña o que nosotros acompañamos, de la que formamos.