“Asumir la coordinación del Magíster en Teoría e Historia del Arte es un desafío muy interesante para mí, puesto que lo conozco hace muchos años, sé muy bien cómo funciona y cuál es el perfil de los estudiantes”, cuenta María Elena Muñoz, quien a lo largo de su carrera docente ha estado íntimamente vinculada al programa, que se desarrolla en colaboración con la Escuela de Postgrado y el Departamento de Teoría de las Artes, conformando parte del comité y claustro académico.
En ese contexto, la nueva coordinadora se propone consolidar los buenos resultados que ha tenido el programa durante estos años y seguir favoreciendo el desarrollo de competencias, en los campos disciplinares que le competen. A través de una formación que consigna distintas perspectivas metodológicas, teóricas, historiográficas y críticas orientadas al conocimiento del fenómeno artístico en su devenir histórico y su condición contemporánea, desarrollado en el campo artístico chileno y latinoamericano preferentemente.
“Mi interés principal es activar el Magíster en Teoría e Historia del Arte y poder hacer algunos ajustes, con nuevas miradas que a la vez nos hagan encontrarnos con nuestro fundamento, que, desde su origen, fue el de compatibilizar dos líneas: la Teoría y la Estética y Historia del Arte, de una manera equilibrada, entreverada y transversal. Esa es una apuesta que tiene que ver con una continuidad con lo que hacemos en el Departamento de Teoría de las Artes”, explica la académica, destacando que uno de sus principales objetivos es potenciar la investigación historiográfica y abrir el programa a estudiantes que provengan de otras disciplinas y campos de estudio, como la historia.
¿Qué ajustes se verán en el Magíster en Teoría e Historia del Arte?
Una primera cosa es la necesidad de relacionarse más directamente con el Departamento de Teoría de las Artes. Concretamente, ampliar el claustro e incorporar nuevos académicos del Departamento y organizar actividades conjuntas. No obstante, lo que más nos importa es reparar el desbalance que se ha presentado entre las líneas de investigación. Teniendo en cuenta que hay una línea, la de historia del arte, que ha estado un poco subrepresentada en la programación académica, hemos resuelto con el comité académico darle a ésta un mayor espacio a para que se produzca un mayor balance. Por esta razón, hemos pensado en la incorporación de nuevos académicos al claustro, como la prof. Paz López y la prof. Cecilia Bettoni, que van a potenciar la relación con el medio y estimular la investigación historiográfica, respectivamente.
Entendiendo que ambas líneas son de sello reflexivo, nos interesa fortalecer el área de Historia del Arte para que los estudiantes puedan experimentar diversas formas de afrontar los objetos de estudio, que más allá de los referentes teóricos son fundamentalmente objetos, los cuales pueden ser desde obras de arte, archivos, documentos, cultura visual y cuestiones vinculadas a la museografía, la crítica y la curaduría, por ejemplo. Hay líneas que vienen trabajando con el teatro, la danza y no solamente la visualidad, por lo que es bastante amplio.
Asimismo, nos interesa velar por buen cumplimiento de las metas en el programa, con lo requerido por los procesos de acreditación y poder agilizar el egreso de los estudiantes del programa. Así también que ellos/as puedan obtener distintas opciones para trabajar distintos temas. Queremos que el claustro académico se mantenga muy amplio y que los profesores empiecen a circular en los seminarios que se impartan. Para que, de este modo, los estudiantes conozcan a una mayor variedad de académicos/as a lo largo de su formación en el programa. Según sus líneas de investigación, nos interesa que los estudiantes se interioricen en el quehacer académico y sepan con quién trabajar según sus propios intereses.
¿Cuáles serían las habilidades y competencias que desarrollan los/as estudiantes en el programa y con las que se pueden desenvolver en su futuro académico y/o profesional?
Los estudiantes del programa provienen de diversas disciplinas, desde las artes o filosofía, y aquí se exponen a las que se cruzan distintos saberes y formas de abordar los objetos de estudio. Desde el punto de vista metodológico, ellos/as desarrollan ciertas formas de hacer y de abordar sus propios procesos investigativos. Si bien en la postulación, se les solicita que puedan presentar un anteproyecto, la idea es que cuando los estudiantes ingresen al Magíster en Teoría e Historia del Arte puedan conocer y abrirse a otras posibilidades a través de la experiencia que vayan adquiriendo, para poder ampliar así sus horizontes y otorgarles otras posibilidades de desarrollo. Lo ideal es que puedan seguir permeándose de otras disciplinas, algo que desde el programa se ha ido desarrollando y ha funcionado bastante bien.
¿Cuáles serían los principales desafíos para el programa para el 2025?
Uno de nuestros desafíos para el 2025 es el de activar nuevas voces y miradas, así como fortalecer ámbitos disciplinares dentro del programa y que puedan integrarse un espectro mayor y más diverso de estudiantes. Así como desde ya, estar pensando en la próxima acreditación, con criterios que se proyectaron a mejorar y aspirar a más.
María Elena Muñoz es Doctora en Filosofía con mención en Estética y Teoría del Arte. Subdirectora y académica del Departamento de Teoría de las Artes de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, en la disciplina de historia del arte. Actualmente, realiza la docencia en pregrado y postgrado, y está abocada a problemas relativos a la relación entre arte y modernidad en general.