En el episodio 40 de "Con Ciencias y Educación" de nuestra Facultad de Ciencias, emitido el viernes 26 de enero en Radio Universidad de Chile, la Profesora Anita Rojas, académica del Departamento de Matemáticas, abordó temas como la geometría compleja, los desafíos de las matemáticas y, discutió los desafíos que enfrentan las mujeres en la ciencia.
La Doctora Anita María Rojas Rodríguez, Profesora Titular de la Universidad de Chile, Ingeniera civil electrónica de la Universidad Federico Santa María, tiene como área de investigación las Matemáticas, en particular en Geometría Compleja. Su línea de investigación es el estudio del espacio de módulos de superficies de Riemann y variedades Abelianas, con particular interés en el lugar de objetos con simetría.
Sobre el origen de su interés en la ciencia, la Profesora Anita Rojas mencionó que, durante sus años de estudiante, mostraba un interés por películas de ciencia ficción y espionaje, especialmente producciones como James Bond, MacGyver y Los Caza Fantasma: “me gustaba la ciencia como tecnología, la ciencia entendida como aparatos que funcionaran y que permitieran hacer cosas que eran inimaginables, entonces por eso me fui a estudiar ingeniería en electrónica. Estando en tercero medio, conocí la Universidad Santa María en un viaje con mis padres y me enamoré de esa universidad, es hermosa esa universidad y dije aquí quiero estudiar”.
Señaló que ya en la carrera de ingeniería “no me gustó mucho la parte de la ingeniería en el sentido de la administración y de la economía” y “me empezó a gustar la ciencia la matemática, la física.”
“Cuando me recibí, me gradué, quedé como ¿Qué es lo que hago ahora?”, dijo la Profesora Rojas, añadiendo que un profesor que tenía en la universidad la invitó a hacer un postgrado en la Universidad Católica.
De esta forma, estudió un magíster, donde, cuenta “fue más desafiante ir conociendo los fundamentos de cosas que estando en ingeniería yo usaba y me preguntaba por qué eran ciertas, porque el objetivo de la ingeniería es otro, hay que adecuarse a lo que uno quiere hacer y claro yo no quería usar la matemática yo quería entenderla, desarrollar matemática y por eso hice un doctorado”.
Relata que el magíster no lo completó “al dar los exámenes de calificación, me fue bien y pasé directamente al doctorado en la Universidad Católica”, Luego del cual hizo un postdoctorado en la Universidad Nacional Autónoma de México, después del cual ingresó a la Universidad de Chile con un postdoctorado Fondecyt. “Mi patrocinante fue el Profesor Eduardo Friedman, quien es colega en el departamento y así ingresé a la facultad, cómo postdoc”.
La Profesora Anita Rojas empezó de este modo su carrera académica, la que luego de 20 años le otorgó el 2023, la categoría de Profesora Titular de la Universidad de Chile.
La Profesora Anita Rojas explica que combina la investigación con la docencia de manera armoniosa, ya que ambas se complementan perfectamente en su carrera. “La docencia, sobre todo en matemática, se entrelaza con la investigación, uno descubre algo y quiere contarlo a otra persona, no tiene mucho sentido investigarlo y no contárselo alguien más. Entonces preparar estudiantes en la carrera de pregrado para que luego ellos descubran cosas y me las enseñen a mí, es parte de lo que uno tiene que hacer”. Agrega que “al guiar a estudiantes de postgrado, no solo compartimos conocimientos, sino que también colaboramos en su formación como futuros colegas. Con el tiempo, esta dinámica se invierte; ellos se convierten en colegas que fortalecen la colaboración entre estudiante y profesor, contribuyendo significativamente a nuestra enseñanza de manera fructífera”, comenta.
Nuestra académica se refiere también a lo implica escribir constantemente para revistas científicas de alto impacto, enfrentando las exigencias que esto conlleva. ”Cuando se descubre algo, no solo se desea compartirlo con quienes tienes conversaciones directas, sino que también buscas difundirlo para personas en otros países. Las matemáticas y las ciencias en general se construyen de manera colectiva, pero de toda la humanidad”. Un artículo que publica un colega un país lejano me puede servir para mi propia investigación, indica.
Explica asimismo que se debe ser muy disciplinado/da cuando uno está descubriendo algo. Hay mucho entusiasmo, hay una sensación de felicidad, pero después de que uno lo descubrió tiene que escribirlo, contarlo y en esa parte ya no es tan entretenido”. La Profesora Anita Rojas comparte que disfruta redactar artículos con colegas. Encuentra entretenido discutir cómo expresar ideas y mantener una productividad natural cuando están inmersos en el tema. Las ideas fluyen, así que simplemente se sientan, trabajan y luego escriben.
La Profesora Rojas destaca que el hacer matemáticas no solo amplía nuestro conocimiento a través de la investigación pura, sino que también alimenta la curiosidad humana, impulsándonos a seguir explorando y respondiendo preguntas. Añade: “nuestra labor influye en la sociedad al fomentar el pensamiento crítico e intervenir en la educación, especialmente en la formación de profesores que moldean a la futura población. Yo siempre le digo a los estudiantes de pedagogía, el impacto que ellos van a tener es mucho más inmediato, se gradúan y van a empezar inmediatamente a impactar a 40 0 45 personas, niños y niñas”. “Desarrollar matemática en el sentido de ‘mi’ matemática pura, tiene el impacto en la matemática misma es que vamos sabiendo más y también tiene un impacto en la sociedad porque vamos formando gente y las vamos haciendo pensamiento crítico”.
Explicando su línea de investigación en lo que es la geometría compleja y las superficies de Riemann, la Doctora Anita Rojas resalta la importancia de habilidades clave para el desarrollo de matemáticos y matemáticas: ”básicamente se requiere perseverancia, tolerancia a la frustración y disciplina. Es esencial contar con un carácter que permita resistir y seguir adelante a pesar de las dificultades”, señala.
En su constante interés por desarrollar actividades de vinculación con el medio, especialmente las que acerquen a los y las estudiantes de colegios, la Profesora Rojas explicó el proyecto Matea, desarrollado en colaboración con la Universidad de la Frontera de Temuco. “La idea siempre fue, junto con los colegas del proyecto, enseñar matemáticas de manera lúdica, sin competencia ni castigo, dirigido a las niñas de séptimo básico hasta tercero medio”. Dice que en Matea “la filosofía es totalmente distinta, todo es juego, pero con aprendizaje, con un contexto y un sustento matemático sólido”. En esta línea de realizar talleres, charlas y actividades de recreación, relata que uno de los juegos era “aprender de poliedros haciéndolos con origami en papel lustre y ahí aprendían las aristas, los vértices, el ángulo diédrico, pero todo haciéndolo ahí con papel lustre. Es un aprendizaje mucho más activo y creemos (hay teorías que lo sustenta) y yo creo que se aprende mucho mejor cuando uno está con las manos haciendo algo, no sólo escribiendo en el papel”.
Durante la pandemia, también crearon la escuela de verano "Veranos en las Palmeras", realizada en línea de forma sincrónica en la cual impartieron cinco cursos. Participaron estudiantes de todo el país, desde el norte de Atacama hasta Chiloé, aplicando las mismas ideas de Matea para hacerse amigos de las matemáticas. La iniciativa se llevó a cabo dos veces.
Al ser consultada por la Red de Investigadoras y Académicas (RIAC) creada bajo el alero del Programa 2030, sobre la falta de representación de mujeres en la ciencia, señaló que este tema lleva a muchos científicos y científicas a reflexionar sobre la distribución del talento y la afición por la ciencia en la población. Al notar que las mujeres conforman aproximadamente el 50% de la población, pero no están representadas en la ciencia en un porcentaje alto, surge la pregunta del porqué. “y en gran parte es una construcción social que se cree que las mujeres no tenemos ciertas habilidades, que somos buenas para las cosas más blandas, para las cosas que requieren más empatías y entonces se empieza con el prejuicio porque la ciencia requiere mucha empatía, enseñar requiere mucha empatía”. Indica que “es una construcción grupal, de toda la humanidad, y la filosofía que tengo yo detrás y varios y varias colegas, es no cuestionar tanto el por qué de la baja participación de mujeres en ciencias, sino más bien establecer ejemplos y mostrar que uno puede hacer matemática, que puede hacer ciencia una mujer, un hombre, que colaboran en igualdad de condiciones, que de repente una es la que lleva el liderazgo y en otro momento es un colega hombre que está llevando el liderazgo”. Dice que “no importa el género en esta profesión y eso justo es lo que a mí me gusta”. La Profesora Anita menciona que el objetivo inicial de esta red es “encontrarnos, unirnos y formar grupos más grandes, generando así un efecto positivo en las alumnas”.
La Profesora Anita Rojas también comentó su participación en el Encuentro de Matemáticas de Chile 2023 de la Sociedad Chilena de Matemáticas (SOMACHI), que en su versión XCI estuvo a cargo de su ejecución, el Departamento de Matemáticas de nuestra facultad. Ella expresa que la experiencia fue excelente, ya que la Facultad de Ciencias acogió el evento de la SOMACHI, estableciendo un estándar elevado. “Como matemáticos de la facultad, nos sentimos orgullosos”. Su exposición abordó una mesa redonda sobre Educación Superior y Matemáticas, donde analizaron las innovaciones en la enseñanza de las matemáticas, resaltando la importancia de adaptarla a diversas carreras como medicina, ingeniería o pedagogía. Aunque la matemática es la misma, señala que su presentación y aplicación varían según el uso específico en cada área.
“Yo tengo varias agendas y una de esas agendas es eliminar la mala prensa que tienen las matemáticas, la gente escucha matemáticas y dice yo soy malo para las matemáticas, siempre fui malo. Hay que eliminar la idea de que las matemáticas son tan áridas”, recalcó.
La Profesora Anita Rojas sugiere que, debido a los bajos resultados en las pruebas de matemáticas, se debería fortalecer el papel de los profesores para que enseñen la materia de una manera más agradable. El objetivo es que los estudiantes no teman a las matemáticas y no sientan ansiedad al realizar una prueba, sino que la vean como una confirmación de lo que han aprendido.