“Titánica”, “icónica”, “original”, son algunas de los calificativos que se suelen usar para describir “Rostro de Chile”, la gran exposición fotográfica que mostró las diferentes caras humanas y geográficas del país y que en 1963 fue inaugurada en la Casa Central de la Universidad de Chile. La muestra recorrió otras regiones del país y luego salió al extranjero: se exhibió en Estado Unidos, Europa y Japón, marcando un verdadero hito para la fotografía nacional.
Sin embargo, en 1969, los archivos fotográficos se guardaron y la exposición “se transformó en un mito para las posteriores generaciones”. Así lo afirmó el pasado viernes la directora del Archivo Central Andrés Bello (ACAB), Alejandra Araya, en el segundo foro titulado “La mirada itinerante. Rostro de Chile”, que estuvo dedicado a seguir analizando los alcances que tuvo este gran proyecto artístico y social.
La actividad se desarrolló en el marco de la Escuela de Verano 2021 de la Universidad de Concepción, “Un nuevo paradigma: Soñar-Pensar-Crear”, a través de un trabajo conjunto entre el Archivo Central Andrés Bello y el Archivo Fotográfico de la Dirección de Extensión y Pinacoteca de la Universidad de Concepción, ciudad que también recibió la muestra en los años 60.
La vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Faride Zerán, estuvo a cargo de dar la bienvenida al foro y enfatizó la importancia que tuvo la muestra que hizo debutar la fotografía en los espacios públicos y que exhibió en sus imágenes las contradicciones de la modernización y las tensiones entre el ámbito rural y urbano. También hizo un saludo el director de Extensión Udec, Rodrigo Piracés .
“Desde la Universidad de Chile, nuestro actual desafío es, en un nuevo país que necesita más que nunca revisar su historia, remontar "Rostro de Chile" en la Sala Gabriela Mistral de la Casa Central y en sus patios interiores, y ojalá llevarla nuevamente a todo el país”, anunció la vicerrectora.
“Rostro de Chile se realiza en un contexto en que la extensión universitaria había cobrado notable relevancia. Durante los gobiernos radicales, entre los años 38 y 58, se transforma la noción de cultura elitista hacia una cultura popular, donde la educación fue un factor sustantivo de la cultura y al revés”, comentó la directora del Archivo Central Andrés Bello e historiadora Alejandra Araya.
En efecto, la muestra “Rostro de Chile” fue un proyecto impulsado por cuatro fotógrafos, integrantes del Laboratorio de Fotografía y Microfilm de la U. de Chile, quienes en 1959 plantearon la idea de configurar un retrato gráfico del país al secretario general del plantel universitario, Álvaro Bunster.
Así, las lentes de Antonio Quintana, Roberto Montandón, Domingo Ulloa, Mario Guillard y Fernando Ballet registraron el país de norte a sur, buscando las imágenes que conformarían la exposición. Serían más de 7 mil imágenes que quedarían luego reducidas a una selección de 410 fotos, que fueron exhibidas al público por primera vez el 13 de octubre de 1960.
Estos fotógrafos “tuvieron la visión de poner la cámara a la altura de la gente, de las callejuelas de rincones recónditos, y eso la hace una muestra distinta donde está reflejado el esfuerzo humano y el compromiso de su gente con este país que está creciendo y se está formando”, señaló Andrea Durán, artista visual, encargada del Archivo Fotográfico del ACAB.
La foto como registro social
Tras el gran impacto que tuvo la muestra de la Casa Central de la U. de Chile entre el público capitalino, ésta fue recibida en el foro abierto de la Universidad de Concepción el 16 de enero de 1963, en el marco de la VIII Escuela Internacional de Verano UdeC (1963), hecho que refrenda los lazos entre ambas instituciones.
En octubre de 1960, mes en el que se inaugura la muestra en Santiago, Concepción aún estaba sorteando los estragos del terremoto de mayo de ese año. “Cuando llega la muestra, tres años después, la ciudad se estaba recomponiendo. La presencia de “Rostro de Chile” enarbola una voluntad de superar las dificultades”, señaló Claudia Arrizaga Quiroz, Coordinadora del Archivo Fotográfico de la Universidad de Concepción.
En tanto, María Amanda Saldías, doctora en Literatura Latinoamericana y académica de la Universidad Arturo Prat en Iquique, donde también arribó la muestra como parte del recorrido por la red regional de la U. de Chile, se refirió al libro “El autorretrato de Chile”, publicado en 1957, que combinó fotografías de todo el país con textos de destacados escritores y escritoras locales, un proyecto que estuvo en línea y sirvió de adelanto de lo que sería la muestra “Rostro de Chile”.
El volumen fue editado por Zig-Zag, a cargo de Nicomedes Guzmán, y contó con fotos de autoría de Raúl Barrientos, Roberto Montandón, Domingo Ulloa, Baltazar Robles y Edmundo Urrutia, proporcionadas por el Servicio de Foto-cinematografía de la Universidad de Chile. “Todo fue parte de un proyecto de país, cuando se le da a la educación el lugar de concebirse como posibilidad del progreso. Aparece este otro grupo social popular que antes no aparecía y que de alguna manera sostiene y es el motor de la nación”, afirmó Saldías.
El Archivo Central Andrés Bello, que resguarda cerca de 75 mil negativos en su acervo, lleva siete años en una labor constante de digitalización y conservación, algunos de ellos dedicados especialmente a investigar los detalles y repercusiones que tuvo “Rostro de Chile”, con el plan de remontarla en 2022. “Sólo será posible verla de forma similar a lo que fue si somos capaces de reconstruir la genealogía que rodeó esta muestra icónica. No se trata sólo de ver fotografías, esto va mucho más allá”, concluyó Alejandra Araya.
Revisa el foro “La mirada itinerante. Rostro de Chile” aquí