Patrimonio Arquitectónico

En el mes de febrero de 1976 con el primer viaje de estudio a Chiloé –con Cristobal Ferraro, Jorge Iglesis, Roberto López, Ignacio Modiano y Bernardo Urquieta, ayudantes del Taller iniciamos el estudio de la arquitectura de Chiloé; en junio el convenio entre la Facultad y el Obispado de Ancud institucionalizó el "Programa de Protección y Desarrollo del Patrimonio Arquitectónico de Chiloé"; en septiembre publicamos el libro "Arquitectura de Chiloé" y en octubre presentamos en Madrid un proyecto para financiar trabajos de restauración en algunas iglesias. Este fue el punto de partida de una tarea académica mantenida durante un largo tiempo y sujeta también a los avatares que ha caracterizado la vida universitaria de estas dos décadas.

Esta tarea centrada en el estudio de las manifestaciones más significativas de la arquitectura chilota se centró en el Seminario de Historia de la Arquitectura Chilena de 5º año y en el taller Chiloé, los proyectos de restauración, reciclaje y proposiciones de obras nuevas, algunas realizadas, como el proyecto y construcción de la nueva torre fachada de la iglesia de Curaco de Vélez y la construcción del centro comunitario de Rilán en que intervinieron Jorge Iglesis y Flavio Valassina en 1979, la iglesia de Puyán de Ignacio Modiano y Roberto López, etc.

El conocimiento construido en la universidad volvió a Chiloé con los cursos de verano que durante seis años consecutivos impartimos con Patricio Basáez, dirigidos a los profesores de enseñanza básica –en Ancud y Castro- organizados por la Fundación para el Desarrollo de Chiloé.

Conferencias y cursos de extensión en Santiago y regiones, la arquitectura de Chiloé expuesta en Bienales de Arquitectura, en los cursos de restauración arquitectónica en Madrid y Barcelona en 1976, en el Seminario Iberoamericano de la Universidad de Heidelberg en 1983, en ls jornadas de la preservación del patrimonio arquitectónico en Chile y en otros países americanos, etc.

Una exposición fotográfica itinerante recorrió las principales ciudades del país, artículos en diarios y revistas dieron a conocer esta arquitectura regional a la opinión pública, interesó a los medios de comunicación y se inició un proceso de valoración nacional y local.

En 1980 Pablo Anguita, Roberto López, Ignacio Modiano y Renzo Zecchetto publicaron el libro "Casas de Chiloé"; en 1986 con Fredy Valderas publicamos una agenda con el tema de las iglesias, en 1988 y 1993 Ignacio Modiano publicó sus ensayos "Iglesias de Chiloé: riqueza iconográfica dentro de una acción racionalista" y "Las experiencias arquitectónicas de los jesuitas en la Misión de Chiloé durante los siglo XVII y XVIII".

En 1981, a pedido del Ministerio de Obras Públicas, el proyecto de restauración de la iglesia de Dalcahue con Ignacio Salinas y Patricio Basáez; en 1990 la reconstrucción de la torre fachada de la iglesia de Rilán en que intervinieron Lorenzo Berg, Waldo Morales, Pablo González e Ignacio Salinas; durante los años 1988 y 1990 Lorenzo Berg efectuó el catastro del estado de conservación de 44 iglesias señalando los trabajos urgentes que debían realizarse y los presupuestos estimados.

El temporal de julio de 1993 que puso en inminente peligro de derrumbe a la iglesia de Quinchao, se constituyó en el hecho definitorio de una manera más eficaz de salvar estas iglesias de la ruina: la constitución de la Fundación de Amigos de las Iglesias de Chiloé, entidad sin fines de lucro que tiene como objetivo: "la conservación, preservación y difusión del patrimonio histórico-religioso de Chiloé: sus iglesias históricas que constituyen la "escuela chilota" de arquitectura religiosa, su entorno y las manifestaciones vinculadas a ellas, tales como imaginería, música, fiestas, mobiliario litúrgico" y tuvo la inmediata adhesión como colaboradores: la Iglesia de Chiloé, la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, la Dirección de Bibliotecas, Archivo y Museos y el Comité Cooperador para el progreso de Chiloé; diversas entidades, empresas y particulares se han sumado a esta gestión efectuando significativos aportes económicos.

En este contexto del Programa de Chiloé se inscribe este libro, que tuvo su origen en una investigación financiada por Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDECYT) desarrollada durante los años 1990 y 1991, titulada "Las Iglesias Misionales de Chiloé: el estudio de una escuela de arquitectura religiosa" y que constituye un avance al conocimiento de la historia de las iglesias insulares que se suma a los estudios de Montandón (1964) y Pereira Salas (1965) sobre la iglesia de Santa María de Achao y del P. Gabriel Guarda (1984) referido al conjunto de estas iglesias.

Creemos haber demostrado que las iglesias misionales chilotas forman una "escuela" según el significado que este concepto tiene en la historia del arte: la constitución de un tipo como resultado de un proceso, fases o etapas en su desarrollo, elementos definitorios que se mantienen constantes y su transformación cultural en arquetipo.

En el transcurso del proyecto se efectuaron además los relevamientos completos de 18 iglesias, aumentando a 50 el número de casos estudiados de universo estimado de 60 iglesias.

Finalmente, el trabajo de archivo entregó información suficiente para fechar la construcción de las principales iglesias, "anclarlas en el tiempo" y además poder reconstruir la cronología de intervenciones posteriores hasta 1910 aproximadamente y enlazarla con los testimonios documentales y orales ya conocidos. Junto a la reconocida acción misionera jesuítica emerge la de los franciscanos y su continuación en la labor diocesana y de las comunidades locales quienes son en definitiva –salvo la nave del siglo XVIII de Santa María de Achao- los constructores de la valiosas iglesias que hasta hoy forman parte del paisaje geográfico y cultural de las islas.

Arqto. Hernan Montecinos Barrientos.