La Agencia Nacional de Investigación (ANID) impulsó el concurso Núcleos Milenio en Ciencias Sociales con el objetivo de promover la generación de conocimiento colaborativo a partir de enfoques multi y transdisciplinarios, que permitan avanzar en la solución de preguntas complejas en beneficio del país.
Este año 2025, el concurso acordó financiar 11 iniciativas en todo el país. Entre ellas, la Casa de Bello formará parte como institución asociada de dos proyectos: el Núcleo “Impactos de China en América Latina” (ICLAC) y el Núcleo “Percepciones y Consecuencias de la Inmigración” (MIGRA). Ambos recibirán un financiamiento anual de $160.770.000 durante tres años.
Desde China a América Latina
El Núcleo Milenio ICLAC se enfoca en analizar los impactos económicos, políticos, sociales y culturales de la presencia de China en América Latina durante las últimas dos décadas. Reuniendo a especialistas de la Pontificia Universidad Católica, la Universidad Católica del Norte, la Universidad Diego Portales, la Universidad de Tarapacá y la Universidad de Chile, la iniciativa cuenta con dos líneas macro de investigación: Actores chinos y sus estrategias en América Latina e Impactos subnacionales de la inversión y comercio de China en América Latina.
Desde el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, los académicos Dorotea López y Andrés Bórquez forman parte del proyecto como investigadores principales, mientras que Juan Serrano se desempeña como investigador adjunto.
Tras la renovación del Núcleo, los profesores López y Bórquez expresaron su satisfacción por la validación del trabajo colectivo y el aporte académico de ICLAC para Chile y la región, proyectando que el proyecto “sea un puente entre la academia, la sociedad y los tomadores de decisión, ofreciendo evidencia rigurosa y análisis independiente sobre los impactos de China en la región”. A través de publicaciones, seminarios y espacios de divulgación, buscan enriquecer el debate público sobre temas como inversión extranjera, energía, medio ambiente y gobernanza global.
Respecto a los desafíos para este nuevo periodo, los especialistas manifestaron su interés por “consolidar una red latinoamericana de expertos en China, fortalecer la proyección internacional del Núcleo, y aumentar el impacto de nuestras investigaciones en la formulación de políticas públicas. También buscamos profundizar el análisis comparado de los distintos modelos de relacionamiento entre países latinoamericanos y China”.
La inmigración en Chile
El Núcleo Milenio MIGRA se enfoca en promover la comprensión de las consecuencias sociales, económicas e institucionales de los recientes flujos migratorios en Chile, uno de los países que ha experimentado más cambios demográficos en América Latina, pasando del 2% a casi 10% de población migrante.
Mediante un equipo multidisciplinario, esta iniciativa reúne a especialistas de la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad Adolfo Ibáñez y la Universidad de Tarapacá para abordar los complejos retos que implican la integración migrante y la cohesión social. Dentro de los temas que aborda este proyecto, destacan: fricciones legales, fricciones institucionales y culturales, percepciones erróneas y discriminación, e instituciones de acogida, entre otros.
De acuerdo con su director y académico del Centro de Economía Aplicada de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Raimundo Undurraga, la renovación del Núcleo “significa ante todo una gran responsabilidad, y una oportunidad para reivindicar el rol de la academia y las universidades en la sostenibilidad de la democracia”, explicando que “las sociedades modernas y democráticas se sostienen sobre la base de ciudadanos y ciudadanas capaces de elaborar un diálogo racional sobre lo que nos importa, uno que se superponga al prejuicio, los impulsos y las pasiones, y que en lugar de ello prime la razón y el entendimiento. Ese diálogo racional está en riesgo hoy tanto en Chile como en el mundo, y la incomprensión respecto al rol de la migración internacional en el desarrollo del país es un ejemplo claro de ello”.
En esta misma línea, comentó que “nuestra responsabilidad como académicos a cargo de liderar este núcleo milenio de migración no es más que hacer justicia al rol de las universidades: proveer insumos para un diálogo racional sobre las causas y consecuencias del fenómeno migratorio en Chile, uno que ayude a las instituciones de la república a imprimir racionalidad al diseño e implementación de ese conjunto de normativas y políticas públicas que regulan la convivencia entre chilenos y extranjeros, y que intentan optimizar el impacto de la migración en el desarrollo del país”.
Respecto a los desafíos para este nuevo periodo, el profesor señaló que “mirado en perspectiva global, la migración internacional es un fenómeno que llegó para quedarse, y sobre el cual Chile tiene poca injerencia global. (…) Nuestra agenda de investigación, por tanto, es una agenda de largo plazo que apuesta por construir y formar una red de investigadoras e investigadores que sienten bases científicas sobre las causas y consecuencias de la migración en Chile”.
Asimismo, puso énfasis en que “nuestro quehacer es, ante todo, un quehacer científico. En eso no hay que perderse: el núcleo produce conocimiento científico que intenta expandir la frontera del conocimiento en materia de migración. (…) Esta evidencia sin duda puede ayudar a diseñar mejores políticas públicas de migración y parte de nuestra tarea es traducir la evidencia en insumos útiles para ese diseño, y a su vez elevar la calidad y racionalidad del diálogo que tenemos como sociedad en torno al fenómeno de la migración”.