Debdio a malas prácticas en evaluaciones

Directora Escuela de Pregrado , Soledad Bollo y Decano Arturo Squella publican comunicado sobre Honestidad Académica

Comunicado sobre Honestidad Académica ante copia masiva en asignatura

La directora de la Escuela de Pregrado, Soledad Bollo y el Decano de nuestra Facultad, Arturo Squella, publicaron en el día de hoy un comunicado titulado "Honestidad Académica" en el cual llaman la atención sobre  una denuncia por copias masiva en asignatura de la Facultad.

A continuación publicamos el comunicado:

Comunicado

Sobre Honestidad Académica

A la comunidad universitaria de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile,

Con profunda tristeza y decepción vemos un aumento significativo en los últimos años de hechos constitutivos de fraude o plagio en evaluaciones académicas por parte de estudiantes, lo cual lamentablemente se ha masificado en el actual contexto de docencia a distancia debido a la pandemia, llegando a su punto máximo esta semana al recibirse una denuncia por copia masiva en una asignatura de nuestra Facultad.

En este sentido, hemos visto que la laxitud con la cual se pondera el fraude, los plagios u otras acciones ilícitas relacionadas, por parte de algunos estudiantes, hacen suponer que no se entiende la relación entre la forma de comportamiento de un estudiante universitario y la ética profesional. En efecto, dicha ética de carácter específico no se forma desde el primer día laboral; aquello sería imposible. La ética profesional se forma inicialmente en el ambiente universitario, toda vez que es en éste donde existe el primer contacto con los saberes y quehaceres del área de desarrollo futuro, por lo cual la irrestricta observancia de las normas que le asisten a todo estudiante, finalmente se concatena de manera armoniosa con el ejercicio profesional.

Hace algunas semanas fue aplicada la Quinta Encuesta Covid19 de la Facultad (septiembre 2020), donde alarman sus resultados. En este instrumento, respecto a la consulta si hay alguna relación entre la honestidad en la vida académica y el futuro ejercicio profesional, un 24% de los estudiantes que respondieron señala que no existe.  A esto se une que un 52,3% de los mismos estudiantes, indican que las evaluaciones a distancia aumentan la probabilidad de fraude o plagio, lo cual inquieta por la peligrosa normalización de estas conductas; situación por cierto triste, considerando los esfuerzos colectivos para levantar la docencia telemática en la grave situación de crisis sanitaria que hemos vivido el año 2020 por la pandemia de Covid19.  

En este contexto, nos permitimos reiterar firmemente una idea que algunos dan por sabida, pero que a la luz de hechos no lo es tal. La honestidad en la vida académica es un valor fundamental en la formación, que está indisolublemente ligada con el ejercicio profesional y la construcción misma de la ética profesional. Es responsabilidad de cada estudiante asumir esta máxima como un deber, toda vez que el correcto desempeño en sus roles nos permite visualizar un ejercicio profesional intachable, como es el sello que deseamos institucionalmente entregar a nuestros estudiantes.

Acciones como las que lamentablemente denotamos, no son exclusivamente una falta a los deberes de los estudiantes y la normativa vigente. Demuestran también una baja solidaridad y empatía con aquellos estudiantes que de manera esforzada y dedicada son evaluados en sus aprendizajes honestamente, comprendiendo el sentido de una calificación y el honor de sostener aquellos resultados que le pertenecen. Igualmente, estas conductas afectan al entorno inmediato de quien comete las acciones ilícitas, toda vez que obtener indebidamente una ventaja es una traición respecto a los valores con los cuales han sido formados por sus familias, las que sin duda se sienten orgullosas por sus logros,  y se esfuerzan día a día para cumplir sus sueños.  

Existe un dicho popular que sostiene “Lo que por sabido se calla, por callado se olvida”. Así, el cuerpo académico en su rol de educadores de profesionales en formación tiene el deber de formar transversalmente en estas temáticas, que por algunos se entienden sabidas, pero que por los hechos pareciera no ser tal. Son los académicos los llamados a recordar, aunque sea insistentemente, sobre la importancia de una conducta intachable en las evaluaciones,  y de la formación de la ética profesional; debemos recordar que si bien formamos profesionales, también estamos formando ciudadanos. Asimismo, será un desafío permanente en las evaluaciones, la búsqueda de instrumentos y condiciones que eviten al máximo este tipo de conductas, con el objetivo de mantener nuestros estándares de calidad académica.

Unidos todos saldremos de esta situación sostenida y en aumento, que nos consterna. Lo importante es no normalizar como comunidad universitaria situaciones como la relatada, toda vez que aquello sería aceptar moralmente hechos que sabemos indebidos y que debemos rectificar como la institución de educación superior que somos.

Todos hemos visto con alarma como grandes e intachables instituciones del más alto prestigio han perdido parte importante de su reputación por haber caído en profundas faltas a la ética. También hemos comprobado que dichas faltas a la ética han importado un creciente repudio de la ciudadanía, la cual se siente defraudada por dichas instituciones en virtud de sus conductas reñidas con la ética. Nuestro deber actual es que los futuros profesionales egresados de estas aulas tengan el respaldo sólido de un conocimiento adquirido por el rigor del estudio y una conducta ética que les permitan ser luz en la sociedad contemporánea. La peor acción que acometemos contra el respaldo que actualmente tiene “un título universitario” en el alma ciudadana, es permitir que éstos sean otorgados sobrepasando los más mínimos estándares éticos que garanticen a la sociedad los conocimientos que se acreditan tener. Ese sería el fin de esta gran institución… “La Universidad”.

Les saludan cordialmente,

 

     Prof. Dra. Soledad Bollo Dragnic                        Prof. Dr. Arturo Squella Serrano

    Directora de la Escuela de Pregrado                                           Decano  

 

 

Santiago – CHILE; octubre de 2020.-