Hartmut Rosa en Universidad de Chile

"Cada año tenemos que correr un poquito más rápido, solo para conservar lo que tenemos"

Hartmut Rosa en Universidad de Chile
Hartmut Rosa
Hartmut Rosa
Dario Montero, FACSO / COES
Dario Montero, FACSO / COES

Este 9 y 10 de octubre, Hartmut Rosa, filósofo y sociólogo alemán, presentó dos conferencias en la Universidad de Chile, en donde expuso su teoría crítica de las sociedades modernas tardías, los procesos de aceleración social que en ellas se manifiestan y sus consecuencia sobre los sujetos en términos de una experiencia humana de alienación. El director del Max Weber Center of Advanced Cultural and Social Studies de la Universidad de Erfurt y profesor titular del Instituto de Sociología en la Universidad de Jena, visita Chile gracias al patrocinio del Goethe Institut, la Fundación Friedrich Ebert, el Doctorado en Teoría Crítica y Sociedad Actual (TECSA) de la Universidad Andrés Bello y el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES).

Rosa propone un nuevo concepto de alienación -la falta de apropiación del mundo: “(…) un modo de estar en el mundo en el que no existe una relación vibrante interna: el mundo está al alcance, conectado de manera instrumental y causal, pero también está sordo, muerto, no responde y es gris, es decir, es hostil e indiferente”. Esta reformulación recuerda en parte el concepto de alienación de Marx, el de desencantamiento de Weber, la cosificación propuesta por Lukacs y Honneth, el perder el sentido humano del mundo propuesto por Arendt, la actitud hastiada y la aversión latente de Simmel, el absurdo de Camus y lo no elegible de Blumenberg.

Frente a la modernidad tardía en la que vivimos, el profesor Rosa explica que el ciclo de la aceleración se retroalimenta y se entrelaza en un círculo virtuoso compuesto por: i) la aceleración tecnológica, ii) la aceleración del cambio social, y iii) la aceleración del “ritmo vida”. En este punto, resulta necesario indicar que crecimiento y aceleración no están relacionados ni lógica ni causalmente; sin embargo, uno debería esperar una relación inversa entre aceleración tecnológica y ritmo de vida: “dado que la primera libera una abundancia de recursos de tiempo, la gente debería poder disponer de más tiempo libre”, destaca en su libro “Alienación y aceleración: Hacia una teoría crítica de la temporalidad en la modernidad tardía”. Esto revela una de las grandes paradojas de nuestros tiempo: ¿Por qué cuando la tecnología va recientemente reemplazando al hombre en tantas tareas parecemos disponer cada día que pasa de menos tiempo para nosotros?

La investigación desarrollada por Hartmut Rosa representa una innovación en el campo de la sociología y la filosofía del tiempo en cuanto al estudio de la aceleración de la vida social. Para Rosa, “bajo la presión de un ritmo que crece sin cesar los individuos se enfrentan a un mundo sin poder habitarlo y sin llegar a apropiarse de él”. Aquí conecta las realidades de la aceleración y alienación. Lo principal de la sociedad moderna es que “no importa cuán rápido corras este año, el próximo año va a ser más duro. Tienes que hacer más para lograr el Producto Interno Bruto (PIB)”. Con esto queda descrito lo que Rosa identifica como el fenómeno de la “estabilización dinámica” de las sociedades modernas, a saber, que solo creciendo y acelerando puedes mantener el status quo.

Siguiendo con el punto anterior –pues esto tiene diferentes aplicaciones y manifestaciones— el sociólogo ejemplifica lo que sucede hoy en las universidades, señalando que: “como estudiante o como investigador, uno sabe que el próximo año tiene que publicar un poco más para así tener más financiamiento de terceros (…) más reuniones, más publicaciones, más dinero, más estudiantes, más programas Ph.D. Solo se puede mantener lo que se tiene si esta universidad dice <<ok, esto es suficiente. Paremos>>, pero la Universidad se quedaría atrás en los rankings. Entonces, cada año tenemos que correr un poquito más rápido, solo para mantener lo que tenemos”. El que se detiene, pierde.

Por último, Rosa destacó que se necesita de un análisis de cómo la sociedad moderna funciona: “un diagnóstico de lo qué es potencialmente problemático: ¿dónde surgen los conflictos?, ¿dónde hay potenciales para patologías o desastres? (…) no basta solo con criticar la sociedad. Tenemos que tratar de pensar en cómo podrían ser las cosas de otra manera (…) Quiero insistir que necesitamos pensar en cómo la cosas podrían ser diferentes”. Su sociología crítica culmina así con una labor imaginativa en donde el sociólogo ha de poder imaginar escenarios distintos al actual.