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LA LECCIÓN
Como una moneda
te apretaré entre mis manos
y todas
las puertas cederán
y lo veré
todo
y la sorpresa
no quemará mi lengua
y comprenderé
entonces el crecimiento de las plantas
y el cambio
de pelaje en las pequeñas crías.
Hallaré
la señal
y la caída
de los astros
me probará
la existencia de otros caminos
y que cada
movimiento engendra dos criaturas,
una abatida
y otra triunfante,
y en cada
mirada morirá la apariencia
y desnudo
y bello
te arrojará
la fábrica entre nosotros.